La sostenibilidad del sistema sanitario español se encuentra en una situación crítica

Publicado el 20 diciembre 2019 por Comunicae @comunicae

El sistema sanitario español es conocido en todo el mundo por sus buenos resultados y su cobertura universal, pero su sostenibilidad se encuentra en una situación crítica que amenaza su continuidad en el futuro, especialmente, por la falta de fondos. De hecho, el peso del gasto sanitario se ha reducido en casi un punto porcentual en una década, mientras que la cronificación de las enfermedades ha alargado la esperanza de vida y aumentado radicalmente la tasa de dependencia de la población.

En este sentido, según un estudio de la Universidad de Washington, los españoles tendrán una esperanza de vida de 85,8 años en 2040, convirtiéndose en el país con mayor esperanza de vida del mundo, hecho que provocará un aumento significativo de personas con dependencia de alrededor de un 40,7% en 2033. En este contexto, habrá cada vez más personas que padezcan algún tipo de enfermedad o dependencia, condición por la cual necesitarán asistencia. Sobre todo, teniendo en cuenta que se calcula que del 12% de esa población, casi seis millones de personas, vivirán solas.

Al elevado coste del sistema de salud y la soledad de la gente mayor y dependiente, hay que añadirle el bajo talento atraído para atender a las necesidades de las personas en casa, los problemas de salud creados por la hospitalización y la fragmentación de los servicios.

Consciente de esta realidad, el emprendedor Oriol Fuertes, quien ha asesorado a más de siete gobiernos en planes de salud en sus diez años de trayectoria en una de las mayores consultoras a nivel mundial, fundó Qida en 2018. Una start-up social que nace con el propósito de transformar la atención domiciliaria, con un modelo sanitario que hace posible que las personas mayores o dependientes pasen más tiempo en casa bien atendidas, favoreciendo así que el sistema sanitario sea más sostenible y de mayor calidad.

Qida plantea y ofrece una solución integrada para mejorar el bienestar de las personas. Su equipo se encarga de elaborar un plan de trabajo individualizado entendiendo las necesidades de la persona cuidada, haciendo un seguimiento experto y humano por parte del equipo de trabajo social, escuchando activamente a la persona cuidada, la familia, los cuidadores y el sistema.

Desde esta organización, luchan contra la fragmentación del sistema, ejerciendo de referentes de todas las posibles necesidades que puedan tener las familias. En este sentido, trabajan con ocho partners para cubrir todas las necesidades que puedan tener las personas de edad avanzada y/o dependientes en el domicilio, como un fisioterapeuta, logopedia o productos de ortopedia.

Por último, para asegurar la mejor calidad del servicio, la compañía no solo remunera por encima del sueldo mínimo a sus cuidadores, sino que también cuentan con un proceso de sección exhaustivo de personal y han desarrollado un plan de formación tanto sanitario como social. De hecho, están creando una comunidad de cuidadores y cuidadoras con el objetivo, también, de cuidar de ellos.

En palabras de Fuertes, CEO de Qida, “una población cada vez más envejecida necesita de un gran número de profesionales bien cualificados, y tenemos que afrontar el hecho de que en España existe una gran dificultad para retener el nuevo talento”. Solo en los siete primeros meses de 2019, la Organización Médica Colegial (OMC) ha expedido un 20% más de certificados de idoneidad a médicos para salir al extranjero. Al mismo tiempo, según los datos de las organizaciones sanitarias, más del 40% de los médicos se jubilarán en los próximos diez años y las tasas de reposición actuales son inferiores a las necesarias.

Qida crece
Qida ha incorporado recientemente dos perfiles profesionales muy potentes para el liderazgo interno de la compañía y para la expansión estatal: Laura Otero y Ramón Ceravalls.

Laura Otero se ha incorporado a Qida como COO, Directora de Operaciones, para liderar las áreas de Operaciones (Cuidadores y Referentes Sociales), Tecnología y Finanzas. Otero es Ingeniera de Telecomunicaciones y tiene un máster en finanzas por la Wharton Business School. Tiene más de 10 años de experiencia, liderando transformaciones operativas en compañías de la talla de McKinsey & Company, donde trabajó junto a Fuertes. Ella además ha participado en el desarrollo de negocio y operaciones en compañías participadas por fondos de Venture Capital y Private Equity y tiene experiencia en el desarrollo de proyectos de I+D+I. Otero asegura: “Me uno a Qida con la misión de escribir un futuro mejor, un futuro en el que vencemos el reto de la sostenibilidad y de la calidad en el sector sanitario y social”.

La expansión de Qida es inminente y por ello la compañía también ha incorporado a su equipo profesional a Ramón Ceravalls, como responsable de liderar la expansión nacional de Qida con la intención de llegar a todas las personas que necesiten de sus servicios. Ceravalls es licenciado en Ingeniería Industrial y tiene más de 5 años en sector de Operaciones. Ha liderado la apertura de la mayor plataforma logística del grupo Lidl en Europa, gestionando grandes equipos operativos y participado en la implementación de nuevos sistemas de gestión logística (SAP-ERP). También ha trabajado gestionando flotas de vehículos eléctricos y multimodales en la búsqueda de un modelo de movilidad urbana sostenible. Como dice Ceravalls, “quiero ayudar a hacer posible un modelo de sanidad que siga cuidando de nosotros, por ello trabajo en Qida”.

Sobre Qida
Qida nace con el objetivo de cambiar la situación de las personas que más lo necesitan. La historia de Qida es diferente a la de la mayoría de las empresas del mismo sector. Oriol Fuertes, CEO de la empresa, llevaba diez años trabajando en una de las mayores consultoras a nivel mundial, asesorando a más de siete gobiernos en planes de salud. A raíz de su experiencia se da cuenta de que todos los países del mundo tienen el mismo problema: un sistema sanitario cada vez más caro y de menor calidad. De ahí nace Qida, para tratar de cambiar esta situación y ofrecer la atención y el servicio que todo el mundo merece. Su otro objetivo es devolver el estatus social a los cuidadores, cuya labor consideran que se infravalora, por lo que seleccionan a los profesionales mejor formados, retribuyéndoles de manera justa.