Asturiana. 49 años. Más de dos décadas jugando al fútbol como centrocampista. Internacional con la Selección Española Femenina en la que vistió la elástica nacional en 34 ocasiones. Y ahora, ahora ha conseguido lo que ninguna futbolista ha logrado hasta el momento.
Hablo de Toña Is, la ovetense que se convirtió en la Seleccionadora de la Sub 17 femenina el pasado junio aunque, no ha sido hasta hace unas semanas el momento en el que ha comenzado a desempeñar su labor en solitario.
Y es que cuando fue fichada se convirtió en la segunda de Pedro López de cara al Europeo Sub-17 que se disputó en Islandia y donde el conjunto juvenil logró el título. Un hecho que le ha dejado el listón muy alto a la nueva entrenadora de las chicas.
Sin duda, un cargo que ha situado a la ex futbolista como la primera mujer al frente de un combinado nacional.
Y lo ha logrado después de haber pasado por todos los posibles roles que la han ayudado a formarse y prepararse para asumir el que sin duda será el trabajo más especial de su carrera. Sobre todo, porque su nombre quedará grabado en la historia del fútbol femenino de nuestro país.
Fue hace tan solo unos meses cuando la seleccionadora se sacó el título de entrenadora UEFA-Pro. Unos estudios que compartió con otras colegas de profesión como Sandra Vilanova o Maider Castillo y al que también se sumaron otros rostros conocidos en el mundo del fútbol como Guti, Helguera o Palop.
La llegada de Toña a la Selección ha coincidido con un momento en el que la FIFA pide a las Federaciones Nacionales la incorporación de mujeres en sus plantillas para la ocupación de diferentes puestos, consiguiendo así que el trabajo femenino en el mundo del fútbol vaya incrementándose con la colaboración de todos.
Una realidad que apoya al completo la Seleccionadora ya que ella misma considera que "es importante que la Federación asuma este trabajo poco a poco porque la conexión de las entrenadoras con sus chicas es diferente". Tanto que ella misma asegura que sus jugadoras son como "sus hijas".
Ahora llega el momento de afrontar un nuevo reto que no es otro que la clasificación para el Europeo que se celebra en Bielorrusia el próximo año donde se esperan los mejores resultados posibles tras el éxito reciente.
Nuevos objetivos. Nuevos retos. Nuevas ilusiones y, lo más importante, nuevos cambios en el masculino mundo del fútbol.
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