La Suegra

Publicado el 01 febrero 2023 por Hugonote @Casagrande_Jose

La distancia que separa a Puerto Industrial de la Capital puede cubrirse en más o menos 8 horas viajando en un automóvil a 120 km por hora y sin tomar descanso en la ruta. Lo normal es que la gente se tome unas 10 o 11 horas haciendo paradas, cambiando de conductores y moviéndose a una velocidad moderada y segura.

Era viernes en la tarde y Carbonell estando en la Capital, había recibido la mala noticia de que habían herido gravemente a la mujer de cuál estaba enamorado. Apenas escucho la noticia, literalmente salió volando en su automóvil, completamente solo, rumbo hacia la ciudad de Puerto Industrial, la cual no le gustaba mucho.

El viaje es monótono, prácticamente es una gran línea recta por una autopista de varios carriles, no hay mucho que ver excepto, llanuras y algunos pueblos menores.

Arribó al hospital alrededor de las 8:00 am. Busco el cuarto en donde estaban atendiendo a Ada, cuando entro la vio postrada en la cama, conectada a varios aparatos e inconsciente. Al lado de ella se encontraba una pelinegra de unos 45 años, bastante atractiva de rostro y cuerpo, aunque vestida de manera sobria, nada llamativa.

- Buenos Días, soy Anagnórisis Carbonell, compañero de academia de Ada.

- ¿Carbonell? ¿Igual que el astronauta? - respondió la Pelinegra

- Exacto, de hecho Enrique Carbonell es mi Tío.

- En ese caso, es un gusto conocerlo, joven. Yo soy la madre de Ada, Georgina Regin - y agrego un poco en voz baja y como compartiendo un secreto - madre adoptiva, por supuesto.

- ¿Cómo se encuentra ella? - dijo Carbonell, como para tratar de ignorar ese último comentario que lo tomo de sorpresa

- Sobrevivirá, aunque le quedara de por vida una cicatriz algo fea en la barriga, casi como si tuviera 2 ombligos. Por el momento está inconsciente, perdió mucha sangre, pero su condición es estable. El médico dice que en cualquier momento recuperara la conciencia. Si lo desea acérquese y puede hablarle, estoy segura de que ella puede escuchar lo que le decimos.

Carbonell se acercó a la cama, miro cuidadosamente a Ada, le pareció tan frágil. Verla en ese estado lo conmovió bastante, le tomo la mano y la llamo por el nombre.

- Ada, ¿Quién te hizo esto? Juro que buscaré a los causantes de esto para que paguen ante la justicia por este crimen.

- No sabemos quién fue - respondió oportunamente Georgina

Carbonell estuvo unos instantes en silencio, sin saber exactamente qué decir, contemplo un poco más a Ada y le dijo - Estoy seguro en unos cuantos días vas a estar tu misma capturando a los que te hicieron esto. Debo marcharme ahora.

- ¿Ya se va usted? Típica visita de médico. Quédese un rato más, aunque no son las circunstancias correctas, veo que a Ada le agrada su presencia.

- Debo volver inmediatamente a la Capital. Vine sin planear mi estadía, ahora debo regresar lo antes posible para reportarme en la Estación de Policía.

- Es un viaje largo, debería usted reposar un poco antes de emprender el viaje de retorno, de todos modos en fin de semana ustedes están francos, si viaja hoy sábado en la noche o mañana temprano de seguro estará usted el lunes a primera hora, listo y fresco para trabajar en la Estación de su ciudad.

- No traje dinero para pagar un hotel, tengo lo suficiente para la gasolina del auto y comer alguna merienda sencilla

- Eso no es un problema, puede pasar la jornada en mi casa, prepararé un almuerzo para usted

Por un instante a Carbonell le pareció que Ada había fruncido el ceño.

- Es una oferta tentadora y sería mala educación mía rechazar la invitación, sin embargo, no quiero darle molestia a ustedes en este momento tan crítico

- Estimado joven, no es usted molestia, por el contrario, si se arriesgó a tomar ese viaje largo y pesado, es lo menos que podemos hacer por usted en muestra de agradecimiento. Además, no vivimos lejos de aquí. Ada está bien cuidada en este hospital, puedo llevarlo a casa ahora, y en la tarde volvemos para ver como progresa ella.

Carbonell, pues, siguió el auto de ella, ya que no estaba familiarizado con las calles de esa ciudad. Al llegar a la casa, Georgina lo hizo acomodar en la sala en el gran sofá que era bastante acogedor. Preparo un desayuno ligero para ambos. Carbonell de buena gana recibió el café y los panes ofrecidos. Estaba fatigado debido al viaje. Georgina le dijo que podía dormir en el cuarto principal, que tenía una cama bastante amplia. Y sin mayor reparo, el joven héroe no dudo en ejecutar el amable consejo. En menos de cinco minutos ya estaba durmiendo como un bebe.

Debieron haber pasado unas cuantas horas, cuando despertó encontró que Georgina estaba también acostada a su lado, en apenas ropa interior. Se asustó un poco.

- Todo está bien, no te preocupes, querido. Pasamos tú y yo momentos inolvidables

- Es mejor que yo me vaya - respondió Carbonell. Dile a Ada que espero se mejore pronto

- Se hará como tú quieras, le transmitiré tus palabras.

Carbonell se arregló, se despidió de Georgina y subió a su auto dispuesto a emprender el camino de retorno, durante todo el trayecto lo atormentaba pensar en lo que paso con Georgina y más lo atormentaba pensar en que ocurriría con Ada si ella llegaba a enterarse algún día de lo sucedido.

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Nos unimos al VadeReto del mes de Febrero 2023. Relatos de Viajes

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Capitulos anteriores:

Deux Ex Machina Diabulus Ex Machina

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