Defensa y Justicia 0 - Olimpo 2
No fue el partido más favorable para Olimpo, que la pasaba mal en Florencio Varela, ante Defensa y Justicia. Entre Tombolini, los palos y la mala puntería de los delanteros locales, se encargaron de que el marcador continuara en cero y los aurinegros siguieran con chances de llevarse algún punto para bahía.
Y no fue solo algún punto, sino que se llevó los tres, en tres minutos letales de la etapa complementaria.
Primero abrió la cuenta Federico Barrionuevo (73`), con un remate con la pierna izquierda que ingresó en junto al palo derecho del arco defendido por Perafán, y selló el dos a cero Lucas Concistre (76`) en una contra que Olimpo aprovechó muy bien.
¿Se puede hablar de la suerte del campeón?, o tenemos que hablar de un equipo que a medida que se va acercando el final del torneo se afianza cada vez más , y se muestra más seguro y más fuerte en el tramo más importante de la competencia.
Fue un triunfo sufrido, tal vez por el cansancio acumulado, no nos olvidemos que el aurinegro había jugado hacia apenas 48 horas, y allí fue donde apareció la mano de Omar De Felippe, que acertó con los cambios, más que nada con el ingreso de Martín Rolle, que participó en las dos jugadas de los goles y le dió más poder ofensivo al equipo.
También hay que destacar el buen momento por el que pasa todo el plantel, los jugadores que ingresan cumplen buenas tareas y dejan en claro que pueden ser parte del once inicial. Pagano cumplió por el lateral izquierdo, Mauri cuando encontró su lugar en el campo de juego tuvo una tarea aceptable, y Lucas Concistre anotó un gol.
Olimpo lidera la tabla de posiciones, después del empate entre Quilmes y San Martin de Tucumán, estiró ventaja sobre Instituto y San Martin de San Juan, sus seguidores más cercanos, y el objetivo está cada vez más cerca de ser cumplido.
Quedan cinco partidos, tres de ellos en el Carminatti, todo esta dado para que Olimpo pegue la vuelta a la elite del fútbol argentino.
El jueves recibe a Unión, partido complicado, pero parece que al aurinegro nada ni nadie lo puede parar.
Matias Antonelli