La sufragista socialista, Sylvia Pankhurst (1882-1960)

Por Sandra @sandraferrerv
El apellido Pankhurst está íntimamente ligado a la historia del sufragio femenino en la Inglaterra de principios de siglo. Una de las mujeres Pankhurts fue Sylvia, una mujer con espíritu artístico que lo dejó todo para dedicarse a los más necesitados. Con ideas políticas más marcadas que su madre y sus hermanas, se enfrentó a ellas por razones ideológicas en más de una ocasión. Fundó su propia organización sufragista con marcadas ideas socialistas; se negó a defender la entrada de Inglaterra en la guerra; participó en proyectos sociales tanto en Londres como en Etiopía, donde terminaría sus días; fundó periódicos y escribió libros que se han convertido en un importante referente de la lucha por los derechos de la mujer.

Estelle Sylvia Pankhurst nació el 5 de mayo de 1882 en Manchester. Fue la segunda hija de Emmeline Pankhurst y su marido Richard Pankhurst. Ambos progenitores dedicaron su vida a la política y a luchar por los derechos de las mujeres. Emmeline y Richard tuvieron tres hijas, Christabel, Sylvia y Adela, quienes siguieron los pasos de sus padres en la lucha social, y dos hijos, Francis Henry, quien murió prematuramente a los cuatro años, y Henry Francis, quien falleció a los veintiuno. Cuando Sylvia tenía cuatro años, los Pankhurst se mudaron a vivir a Londres. Su hogar de Russell Square se convirtió en un importante centro de reunión de políticos y pensadores socialistas. Años después, en 1893, volvieron a Manchester donde Emmeline y su marido crearon una rama independiente del partido laborista. Cuando en 1898 Richard Pankhurst fallecía, Sylvia, que era entonces una joven de dieciséis años, sintió profundamente su muerte. Sylvia fue de todas sus hijas, la que más hizo suyas las ideas socialistas que había aprendido de su padre y de sus compañeros que se reunían en su casa.

Las hermanas Pankhurst estudiaron en el Manchester High School. En 1900, Sylvia consiguió una beca para estudiar en el Royal College of Arts y destacó como una buena pintora y diseñadora. Pero pronto sus ideales la llevaron a abandonar su arte y a volcarse de lleno en el movimiento sufragista.

Junto a sus hermanas Christabel y Adela, ayudaron a su madre a fundar en 1903 la Women's Social and Political Union (SWPU). Durante tres años, Sylvia intentó compatibilizar sus estudios de arte con su trabajo en el SWPU hasta que en 1906 decidió dejar el Royal College of Arts. Pocos meses después, era encarcelada por participar en una protesta ante el parlamento. No sería la primera vez que entraría en prisión y que protagonizaría una peligrosa huelga de hambre para continuar luchando desde dentro de la cárcel. Sylvia estaba dispuesta a jugarse la vida en favor de sus ideales pero pronto empezó a ver con desagrado los caminos violentos que estaba tomando la SWPU, opinión que compartía su hermana pequeña, Adela.

Por aquellos años, Sylvia conoció a Keir Hardie, lídel del partido laborista en el parlamento y con quien en 1909 inició una relación. 

A pesar de que Sylvia no aprobaba los métodos utilizados por las sufragistas dirigidas por su madre y apoyadas por su hermana Christabel, permaneció aún unos años al lado de ellas y volvió a ser encarcelada. 


Sylvia Pankhurst recuperándose de una de sus huelgas de hambre

Fue en 1913 cuando, con la ayuda de Keir, Sylvia rompió de manera definitiva con la WSPU y fundó la East London Federation of Suffragettes (ELF). Pocos meses después estallaba la Primera Guerra Mundial y Sylvia volvería a enfrentarse de nuevo a su madre por la postura que la WSPU tomó ante la contienda. Mientras Emmeline aceptó suspender momentáneamente las reivindicaciones sufragistas y centrarse en la causa bélica, Sylvia se mostró abiertamente pacifista y defensora de un alto el fuego sin condiciones. En este sentido, se unió a la Women's Peace Army mientras colaboraba con al doctora Barbara Tchaykovsky en la creación de un hospital para madres e hijos de combatientes en Londres.

La revolución rusa de 1917 atrajo el interés de Sylvia quien viajó hasta Moscú y se entrevistó con Lenin quien parece ser que la ayudó económicamente para fundar el Partido Comunista Británico.

Si todos estos movimientos políticos la iban alejando cada vez más de su madre, su relación con un socialista italiano provocó la ruptura definitiva. Con cuarenta y cinco años, en 1927, Sylvia dio a luz a su primer y único hijo, Richard, fruto de su relación con Silvio Erasmus Corio. Emmeline no toleró que su hija tuviera un hijo y no se casara con el padre. Algo que contrasta con las ideas revolucionarias de una de las principales sufragistas de su tiempo, quien, a pesar de todo, continuaba creyendo en las estructuras sociales tradicionales. Ante la negativa de Sylvia a casarse con Silvio, Emmeline rompió con su hija a la que nunca más le dirigió la palabra. 

Sylvia Pankhurst continuó luchando por sus ideales, que plasmó en distintos libros relacionados con el sufragismo, los derechos de las madres trabajadoras y la necesidad de no olvidarse de los más necesitados a los que había conocido en los barrios pobres del East End de Londres.

Los años siguientes, en los que Europa se sumía en la Segunda Guerra Mundial, se sintió especialmente afectada por la ocupación de Etiopía por parte de la Italia fascista de Musolini. Sus actividades y sus escritos llamaron poderosamente la atención del MI5, los servicios secretos británicos, quienes siguieron sus pasos en aquellos años. 

Cuando Silvio falleció a principios de la década de los cincuenta, Sylvia decidió aceptar la invitación del líder etíope Haile Selassie y se trasladó a vivir a Etiopía hasta su muerte. En su nueva patria fundó un periódico, el Ethiopia Observer y ayudó a fundar el Social Service Society.

El 27 de septiembre de 1960, Sylvia Pankhurst fallecía a los setenta y ocho años de edad. Haile Selassie ordenó que se le organizara un funeral de estado a quien fue durante los últimos años de su vida una fiel consejera.

 Si quieres leer sobre ella 


Madres e hijas en la historia, María Pilar Queralt



http://www.sylviapankhurst.com/