O sea que a pocos días de que sea sustituido por alguien, puesto por el PP, el ínclito MIguel Ángel Fernández Flores –MAFO, gobernador del Banco de España-- presume de ignorancia. Lástima que no lo haya hecho antes. No hace tanto, y desde que ha empezado la crisis, este individuo ha estado apretando las clavijas, poniendo a los bancos españoles de ejemplo de instituciones financieras y llenando sus alforjas de dinero público, diciendo que las medidas del gobierno, al congelar las pensiones y bajar el sueldo a los funcionarios no eran suficientes. Y comentando que las reformas laborales y el retraso de la jubilación eran sólo el primer paso. Y va, y ahora, cuando está actuando en la prórroga, cuando sabe que le van a echar, resulta que reconoce que no sabe cómo se puede salir de la crisis.
El tipo será cesado, a pesar de que ahora le está haciendo la pelota a Rajoy, por la reforma laboral que va a acometer. Le van a echar porque tienen muchos peperos deseosos del puesto, pero si fuera por ideología y seguimiento neoliberal, sin duda, el PP podría renovarle su confianza. Es un convencido correveidile de sus amos.
Lo grave es que aquí no pasa nada. Nadie paga por sus irresponsabilidades, es más, seguro que irá a alguna de las entidades bancarias, a las que ha ayudado, con unas condiciones económicas mejores que las actuales. El daño hecho es irreparable, no ha servido para nada, y él tan fresco y satisfecho se va a a recoger un premio por su “buen hacer”: directivo de uno de los grandes bancos. Al tiempo.
Con estos compañeros de viaje, no me extraña la catástrofe del PSOE, aunque, desgraciadamente, como se puede ver en este caso, ellos se salvan, y los demás a freír espárragos.
Salud y República