La sutileza.

Por Neuriwoman


Seguro que todos conocéis aquel refrán que dice que "a buen entendedor con pocas palabras bastan..." y es que a veces el mensaje puede ser tan sutil como claro y cristalino.


Y es que ser sutil es ese arte que implica captar lo que no se dice, percibir lo que no se ve, denotando lo que acontece... para así comprender o ver con claridad el sentido más profundo de las cosa 

Si tuviera que buscar un buen ejemplo de sutileza, no dudaría en hacerlo con la siguiente anécdota:

En el año 1792 los músicos de la orquesta de Franz Joseph Haydn, se encontraban terriblemente enfadados porque el Duque les había prometido vacaciones y continuamente iba posponiéndolas. Los músicos, hartos de soportar la situación, pidieron a Haydn que hablara con él y que mediara para que les diese un respiro.

Haydn pensó por un instante y decidió dejar que la música hablara por sí misma y por todos ellos y fue de esta forma como se puso a la tarea de escribir la “Sinfonía de los adioses”.

Y el día del estreno de la obra dio comienzo el concierto con toda la orquesta sobre el escenario, pero a medida que avanzaba la partitura, Haydn estipuló en ella ir reduciendo el número de instrumentos que iban sonando cada vez, a medida que avanzaba la obra.

Cuando cada músico acababa su parte, apagaba la vela colocada frente a su atril y salía de escena. Hicieron esto uno a uno hasta que el escenario quedó completamente vacío. El Duque, que tonto no era, entendió el mensaje y les concedió esas vacaciones.



Que más se puede decir: que a buen entendedor, pocas palabras bastan...y que en esta ocasión tan solo fue suficiente con la música.