Costumbre antiquísima fue el llevar a los rendidos delante, cuando los vencedores entraban triunfando. En la Primitiva Iglesia se observó llevar delante, en las Procesiones de las Letanías, un Dragón, que significaba el demonio ya vencido, pues había ya Dios dado sobre él poder a los hombres (...) Desde entonces se quedó esta misma costumbre para el día de procesiones solemnes, como en el Corpus y en otras festividades: pero hase mudado el nombre de Dragón en Tarasca, y así la llaman, y llevan, significando, y acordando, que el Demonio va delante vencido, como antiguamente llevaban a los enemigos".Francisco de Torrejoncillo. Centinela contra judíos (1674)
Costumbre antiquísima fue el llevar a los rendidos delante, cuando los vencedores entraban triunfando. En la Primitiva Iglesia se observó llevar delante, en las Procesiones de las Letanías, un Dragón, que significaba el demonio ya vencido, pues había ya Dios dado sobre él poder a los hombres (...) Desde entonces se quedó esta misma costumbre para el día de procesiones solemnes, como en el Corpus y en otras festividades: pero hase mudado el nombre de Dragón en Tarasca, y así la llaman, y llevan, significando, y acordando, que el Demonio va delante vencido, como antiguamente llevaban a los enemigos".Francisco de Torrejoncillo. Centinela contra judíos (1674)