La intención del gobierno catalán de imponer a
partir del próximo año una tasa turística de entre uno y tres euros por noche a
todas las personas que pernocten en Cataluña (sea en hotel, crucero, camping, apartamento
o casa rural) ha puesto en pie de guerra no solo al sector hotelero catalán
sino a toda la industria turística española.
Así,
patronales catalanas como Foment del Treball y Pimec, numerosos gremios de
hoteleros, múltiples asociaciones turísticas catalanas de hostelería,
restauración, apartamentos turísticos, de campings, incluso el Consejo de
Cámaras de Comercio de España, se han pronunciado en contra de esta disposición
que está en fase de trámite en el Parlamento catalán, en el contexto de la
aprobación de la Ley de Presupuestos para 2012 de la Generalitat.
También se han hecho oír quejas provenientes
de la Junta de Andalucía entre otras. El miedo a que esta medida se contagie al
resto de comunidades autónomas está en el origen del rechazo masivo.
La justificación del consejero de Economía
catalán, Andreu Mas-Colell, para imponer esta medida es la necesidad de
disponer de recursos para seguir potenciando la promoción de Cataluña entre los
turistas internacionales y estar al nivel de lo que hacen otros competidores en
el mundo.
La intención del Govern es obtener un centenar
de millones de euros para poder pagar entre otros acontecimientos como la
Fórmula I, la permanencia de Ryanair en el aeropuerto de Girona o la
capitalidad de Barcelona en el tema del móvil que demandan recursos públicos
para su existencia y que favorecen una mayor ocupación hotelera y al comercio.
Joan Gaspart, presidente de la cadena Husa y
vicepresidente del organismo público/privado Turisme de Barcelona, cree que en
2012 la medida conseguirá una recaudación ridícula ya que la Generalitat prevé
respetar los contratos ya cerrados para 2012 por los touroperadores que, en su
opinión supondrá más del 90% de la ocupación anual.
La tasa se distribuirá, si no hay cambios en
el trámite parlamentario, de la siguiente manera: en el caso de los hoteles de
cinco estrellas y cruceros, será de tres euros por persona y noche; en los de
cuatro estrellas, de dos euros; y de un euro en el resto de establecimientos.
Todos con un máximo de 10 noches. A partir de la undécima no se cobrará.
La estimación del Govern es que el 90% de las
pernoctaciones pagarán u euro por noche.
Habrá algunas exenciones al pago de la tasa.
En concreto, los menores de 12 años no pagarán así como los usuarios de los viajes
organizados por el IMSERSO.
Barcelona, a parte
El Ayuntamiento de Barcelona ha conseguido un
trato de favor por parte de la Generalitat en el establecimiento de la tasa
turística si finalmente sale aprobada en el Parlament.
Las previsiones del ejecutivo catalán es
repartir un 25% de los ingresos que se obtengan entre los municipios catalanes.
Sin embargo, Barcelona ha reclamado recibir el 40%. “Tenemos un compromiso de
trato bilateral por la especificidad de la capital de Cataluña”, ha reconocido
Sònia Recasens, teniente de alcalde responsable del área turística de la ciudad
condal. Este compromiso radica en que Barcelona aporta el 45% de las
pernoctaciones que se realizan en el conjunto de Cataluña y el puerto recibe a
2,5 millones de cruceristas al año.