La temporada de eventos de primavera-verano de 2017 en Madrid

Publicado el 11 marzo 2017 por Universo De A @UniversodeA

El ocio según Universo de A:

-La temporada de exposiciones de primavera-verano de 2017 en Madrid.

-La temporada de eventos de primavera-verano de 2017 en Madrid.

-La temporada de televisión de primavera-verano de 2017.

Estos enlaces anteriores (entre los que está incluído este artículo), son los llamados artículos recopilatorios, que se actualizan continuamente (hasta que termina la temporada que dice el título, momento en el que se publica uno nuevo en esta misma sección de Turismo), por lo que, para estar informado de todas las novedades, se recomienda volver a visitarlos a menudo.

Aclarar que, en este artículo en concreto, las últimas actualizaciones siempre son las más pegadas a estas líneas, es decir, las que están más arriba del artículo; y por tanto, las que están más abajo, son las que he comentado hace más tiempo.

Para una información más extensa o sobre otras cuestiones culturales (Turismo, críticas de Películas o Teatro… etc), visitar las secciones correspondientes que aparecen permanentemente en un listado a la derecha.

Si hay algo que aún no he publicado, y sin embargo te interesa, pregunta a través de un comentario, puede que te ayude, ya que a lo mejor ya lo he visto, pero no he tenido tiempo de escribirlo.

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Y esta temporada, además de buen tiempo (esperemos), nos trae:

XXVII Festival internacional de arte sacro 

Desde que ha cambiado la dirección, a este festival le cuesta levantar cabeza, y empiezo a temerme que lo estropeen del todo (como ya comentaba el año pasado)… no digo que no hayan diseñado un magnífico librito (imposible de conseguir hasta última hora, en el primer concierto nada menos… yo ya ni me molesto en pasar por la oficina de turismo de la Comunidad, nunca lo tienen a tiempo) con la programación (y lleno de detalles, con las explicaciones del concierto, el programa, lugares y días, nombres de los intérpretes… la verdad es que está muy bien hecho, muy completo) en el que, en una completa introducción, tratan de autojustificar y explicar todo lo que hacen… pero no, lo siento pero no me cuela.

Y es que, desde que se ha colado el hipsterio en el terreno de la cultura, todo es, con más intensidad de la habitual, como lo llamaba Jose Cadalso “erudición a la violeta”: es decir, mucha gente que presume de saber sin tener ni idea, que utiliza la cultura como riqueza que mostrar al exterior y no como enriquecimiento interior, que aseguran innovar y romper sin saber siquiera sobre qué hacerlo; porque aquí todo el mundo cree ser muy original, pero para serlo, digo yo, que primero habrá que conocer las bases sobre las que hacerlo… y porque, como siempre digo, no es lo mismo el “arte” que la “artistada”, además de que una cosa es un “artista” y otra muy diferente un “artisto”.

Así pues, aunque hay conciertos interesantes, y algunos están siendo muy buenos, lo cierto es que todos los de música contemporánea han dejado de ser de fiar (el de Neopercusión fue de vergüenza ajena, y encima con aplaudidores a sueldo), cosa que con la anterior dirección del festival no pasaba, podías confiar y te podría gustar más o menos, pero al menos era seguro que no ibas a ver un bodrio, eso, hoy día, ya no se aplica. Por otro lado, si uno analiza la programación, se han multiplicado los encargos y estrenos de músicos contemporáneos jovencísimos (amiguetes sin duda de los organizadores), que van a acabar por destruir este gran evento porque no todos son buenos o están a la altura.

Eso si no se autodestruye solo el propio festival, por que de “sacro” ya sólo le queda el nombre… precisamente una de las cosas más divertidas del librito de la programación es leer como intentan justificar a la desesperada conciertos enteros de música profana aludiendo a la supuesta espiritualidad que en el fondo tienen las melodías o a que se cree que tal compositor era muy religioso y seguro que algo de ello metió en su música… de risa. Aunque no voy a negar que hace mucho que pienso que el festival debería de cambiar de nombre, pues dedicarlo exclusivamente a música sacra es innecesariamente limitado.

Por otro lado, la foto que se ha puesto para ilustrar el festival es horrorosa, poco estética y nada llamativa como publicidad (no la juzgo como obra de arte, sino como forma de llamamiento a un público potencial)… ¡con los carteles tan bonitos, elegantes, estéticos y estilosos que llegó a tener este festival!.

Como curiosidad, en esta edición también se suprimió uno de los aciertos de la anterior, que era ampliar el abanico de las artes y no sólo centrarse en la música (pues el año pasado se organizó un pequeño ciclo de cine); idea que ha desaparecido definitivamente, lo que es, en mi opinión un error, hubiera sido inteligente seguir y profundizar en ese camino de exploración de otras disciplinas artísticas.

Como detalles positivos, decir que ahora se incluye la duración del concierto… aunque nunca coincida con la realidad, en mi opinión para bien, puesto que yo prefiero que un concierto se alargue a que quede corto. Aunque lo profesional sería que en la programación constase la duración exacta, ni más ni menos.

También sigo desaprobando esta marabunta de conciertos en apenas un mes… vale que se quiera justificar con que es la cuaresma y todo eso… ¡pero es que es una sobredosis y no es fácil encontrar tiempo para todos!, insisto en que era mejor cuando se distribuían en varios meses.

En cuanto a los sitios dónde se celebran los conciertos, se han renovado mucho, y aunque hay sitios nuevos y maravillosos a los que da gusto ir (y a los párrocos deben pagarles algo, porque yo no me explico que se muestren tan sumisos y permisivos con ese montón de público que acude a sus misas… sin tener el menor interés en ellas), también es cierto que hemos perdido ese encanto de ir buscando y descubriendo iglesias desconocidas aunque muy bellas e históricas o especiales por algún motivo (yo, gracias a este festival he hecho verdaderos hallazgos artísticos en todos los aspectos). No obstante, este año también es el ejemplo perfecto de como el festival se ha vuelto más profano… ¡uno de los conciertos será en el Congreso de los diputados! (ese día, a ver quién entra), ¡toma ya!… sin embargo hay que reconocerles que en ese aspecto de la selección de sitios sí que hay una vocación de mejora, pues tratan de que los conciertos sean lugares muy espectaculares y señeros.

En definitiva, aunque este evento no es lo que era, y perfectamente podríamos desear volver a lo anterior, de momento, sigue manteniéndose, con esfuerzo y a pesar de las maniobras hipsters y de eruditos a la violeta varios, como un evento cultural sumamente reseñable en la agenda de todo amante de la cultura.

Y como el festival acaba de empezar… volveré de nuevo aquí a informar, si hay algo que añadir a todo lo dicho.

Tricentenario de Carlos III

¡Continúan aún varias de las actividades culturales relacionadas con el monarca ilustrado!, no hay que perderlas de vista, puesto que mucho me temo que estamos en la recta final de tan gran celebración.