¿Por qué importan las estadísticas sobre la Calidad del Entorno del Trabajo?
Ni que decir tiene que trabajar en un entorno tenso impactará negativamente en la calidad de vida de los individuos y en su bienestar, pero medir la tensión en el puesto de trabajo también puede darnos conocimientos importantes en otras áreas políticas, tales como los cambios y los móviles de la participación de la fuerza laboral, de la productividad, y del rendimiento económico en general.
¿Por qué son importantes las estadísticas sobre la Calidad del Entorno Laboral?… ¿Y qué nos dicen?
Los datos muestran en promedio que el 43% de los trabajadores en los países europeos de la OCDE han sufrido tensión en el trabajo en 2015. Alrededor de la mitad de estos trabajadores citaban la presión del tiempo en el trabajo como un factor que contribuye, y un tercio citaban la exposición a factores de riesgo para la salud física. En efecto, más de una quinta parte consideraban las dos cosas como factores contribuyentes. Además, los factores considerados como aliviadores de la tensión en el trabajo eran bajos. Menos de un tercio de los trabajadores decían tener autonomía en su trabajo y oportunidades de aprendizaje, mientras solo una cuarta parte describía el ambiente social de su trabajo como de apoyo, y más de la mitad tampoco disponía de recursos. Entre los países europeos de la OCDE (de los que se disponen datos de 2015), los países escandinavos tienen típicamente el nivel de tensión más bajo en el trabajo, con Finlandia (28%) y Dinamarca (30%) mostrando los mejores resultados. Los países con mayor tensión en el trabajo son Grecia (64%) y España (52%).
¿Qué ocurrió con la Calidad del Entorno de Trabajo durante la crisis económica?
Había diferencias significantes entre los países en términos de cómo la calidad del entorno del trabajo era afectada durante las fases iniciales de la crisis económica. En Bélgica, Finlandia, Francia, Luxemburgo y la República Eslovaca la calidad del entorno del trabajo se deterioraba de forma significante entre 2005 y 2010, pero volvía a niveles de antes de la crisis en 2015. En otros países sin embargo, como en Austria, Hungría, y España, los datos de la tensión en el trabajo mejoraban durante de la crisis, lo cual refleja en gran parte el hecho que la crisis vio una perdida desproporcionada de empleos de baja calidad. En efecto, desde 2010, cuando el empleo ha vuelto a crecer de nuevo lo mismo ha ocurrido con los datos de tensión en el trabajo en estos tres países.
Explicando la medición
La tensión en el trabajo constituye una de las tres dimensiones del marco de la OCDE para medir y evaluar la calidad de los empleos, que también incluye mediciones de la calidad de los ingresos (que captan la extensión en la cual los ingresos contribuyen al bienestar material de los trabajadores) y la seguridad del mercado laboral (que capta estos aspectos de seguridad económica relativa al riesgo de la pérdida del empleo y su coste económico para los trabajadores). Las mediciones de la tensión en el trabajo se relacionan directamente con la calidad del entorno del trabajo, que capta los aspectos no económicos de la calidad del empleo. En su conjunto proveen una evaluación comprensiva de la calidad del empleo. Empleos con tensión son definidos como empleos donde los trabajadores se enfrentan a un número de exigencias del empleo mayor que el número de recursos que tienen a su disposición. En el marco de la Calidad de Empleo de la OCDE se usan dos indicadores de exigencias del empleo y dos de recursos. Las exigencias del empleo incluyen: i) la presión del tiempo, que abarca largas horas de trabajo, una alta intensidad de trabajo y una inflexibilidad del tiempo de trabajo; y ii) factores de riesgo para la salud física, tales como trabajo peligroso (por ejemplo estar expuesto al ruido, a vibraciones, a altas y bajas temperaturas) y trabajo duro (por ejemplo llevar y mover cargas pesadas, posiciones dolorosas o agotantes). Los recursos del empleo incluyen: i) autonomía en el trabajo y oportunidades de aprendizaje, que incluyen la libertad del trabajador de elegir y cambiar sus tareas y métodos de trabajo, así como las oportunidades de aprendizaje formales (ej. la formación) e informales en el trabajo; y ii) el apoyo social en el trabajo, que mide hasta qué punto las relaciones de apoyo prevalecen entre los colegas. El índice total de Tensión en el Trabajo refiere pues a estos empleos en los que los trabajadores tienen más exigencias que recursos. (Véase OECD 2015a, pp 24-26; OECD 2014a, pp 104-114).
Los datos de soporte pueden encontrarse en la Base de Datos de la Calidad de Empleo de la OECD.