Así que he elaborado mi propia teoría tomando como base la teoría de Barney. La Teoría del Tritón, se aplica a aquellos actores que no son guapos pero que a base de verlos en la pequeña o gran pantalla terminan por parecerme más que apetecibles candidatos para una noche de pasión. Vamos que de manatíes pasan a convertirse en tritones. ¿Por qué tritón? Por dos razones fundamentales. La primera que es el equivalente masculino de la sirena y la segunda, por Zoolander.
Aquí dejo constancia de mi extraño gusto masculino.Tim Roth. Si miramos fijamente a este hombre vemos que guapo lo que se dice guapo no es pero desde que le vi por primera vez en Reservoir Dogs me he sentido extrañamente atraída por él. Seguramente el momento en el que ya caí rendida a sus pies fue con Four Rooms donde su capacidad expresiva era máxima y me llevó al delirio La leyenda del pianista del océano. Inglés, a punto de cumplir los cincuenta, tiene tres hijos y mide 1,70.
Robert Carlyle. Otro escocés. Le conocí viendo Trainspotting y Full Monty, película por la que ganó un BAFTA. Siempre me ha caído en gracia y hoy por hoy su aportación como el Doctor Rush en Stargate Universe me parece uno de los mejores personajes de la televisión. 49 años y tres hijos.
Ben Stiller. Bajito, extraño, con orejas de soplillo, nariz prominente. Neoyorquino, lo del espectáculo le viene de familia. Conocido fundamentalmente por sus papeles cómicos. Siempre me parto con Zoolander, es superior a mi. Sin embargo empecé a verle con otros ojos a raíz de la película Amigos y Vecinos de Neil LaBute. Creo que son los personajes serios los que le dotan de atractivo.
Simon Helberg. Archiconocido por ser Wolowitz en The Big Bang Theory. Escuchimizado, narigudo y no muy agraciado que digamos. Sin embargo, posee unos ojos preciosos y con el paso del tiempo, a base de verlo también en otros papeles me he ido acostumbrando a su aspecto enfermizo y nervioso. Me sorprendió enterarme de que está casado desde hace tres años.