El lehendakari Juan José Ibarretxe aseguró ayer, en la presentación de su tesis doctoral titulada “Principio Etico, Principio Democrático y Desarrollo Humano Sostenible: fundamentos para un modelo democrático”, que el Estatuto de Gernika “está agotado“. Y en este punto tiene toda la razón. Las explicaciones son obvias: ni PSOE, ni Partido Popular creen en el autogobierno y la sociedad vasca ha perdido la confianza en la vía autonomista como consecuencia de tanto años de incumplimiento y promesas vacías de contenido.
No deja de ser curioso que quienes han obstaculizado el desarrollo del Estatuto de Gernika, cercenándolo, reduciéndolo a su mínima expresión, negando transferencias y actuando como guardianes del centralismo más exacerbado, celebraran ayer la conmemoración de su aprobación en referéndum con el lehendakari López a la cabeza. La autonomía como marco de expresión de la voluntad popular ha tocado fondo y prueba de ello es la indiferencia social con la que se ha recibido el acuerdo suscrito entre PSOE y PNV para su actualización.
El Estatuto no genera la adhesión que cabía esperar porque quienes estaban llamados a ser sus valedores lo han dejado morir de inanición. Ni más, ni menos. Tal vez por ello, ha llegado el momento de abordar una revisión integral del modelo de convivencia entre Euskadi y el Estado, que pasa necesariamente por el reconocimiento del derecho a decidir y la consolidación de un Estado Federal. No soy optimista porque sé que el nacionalismo español es más fuerte que ningún otro y tiene tanto en el PSOE como en el PP a sus mejores adalides.
Me ha gustado escuchar, de nuevo, al lehendakari Ibarretxe y sólo puedo decir que sus palabras, se compartan o no, responden a una vocación sincera por buscar consensos a través del diálogo y el respeto mutuos. Su discurso fue demonizado en el pasado y aún lo es en el presente, pero tengo la convicción de que sus propuestas tienen más recorrido que las proclamas de sus adversarios. El tiempo pone a cada quien en su sitio, y su caso no será una excepción. Ayer dió lectura a su tesis y este mes presentará un libro sobre sus diez años de gobierno. Me alegra saber que habla con la misma valentía que siempre, sin miedo a la crítica y sin plegarse a los dictados de quienes quieren una Euskadi domesticada y una ciudadanía doblegada.