Páginas: 456
ISBN: 9788483103272
Precio: 20€
Costanza, La tía marquesa
La tía marquesa es la historia de una familia de la aristocracia siciliana durante la segunda mitad del siglo XIX, que se centra principalmente en el personaje de Costanza, la hija de los barones Safamita. Su madre renegó de ella desde que nació: quería un varón, y fue tan grande su disgusto que después del parto no quiso ni coger a su hija en brazos. Su padre, por el contrario, la quiso mucho desde el primer día y nunca ocultó el afecto especial que sentía por ella y no tanto por sus dos hijos varones. El libro relata la infancia de Costanza en esas difíciles circunstancias, y seguidamente pasa a su juventud, cuando se casa con un marqués que sólo la quiere por su dote.
La historia se nos cuenta a través de los recuerdos de Amalia, la nodriza de Costanza. En la actualidad, Amalia ya no trabaja para los Safamita (lo sabemos desde el primer capítulo, no os revelo nada esencial) y vive cuidando a su sobrina, que a menudo le pregunta por Costanza y eso le hace recordar. Aun así, la mayor parte del libro está narrada en tercera persona de narrador omnisciente, siguiendo el orden cronológico de los hechos, de manera que se cuentan cosas que en la memoria de Amalia no están. Para mi gusto, estos fragmentos de Amalia junto a su sobrina no aportan mucho, a veces sirven para evidenciar que algunos hechos que Costanza interpretó de una determinada forma Amalia no los vivió así, pero poco más. No llegan a ser algo negativo en el conjunto del libro, pero si toda la historia fuera en tercera persona omnisciente y no se destacara a la nodriza tampoco se habría perdido mucho.El toque de originalidad viene dado por el refrán que introduce cada capítulo, junto con una frase que resume un poco lo que sucederá en cada uno de éstos. Los refranes vienen traducidos, pero de todos modos quedan bien y están bastante ligados con lo que sucede en la novela.
La historia de la vida de Costanza me ha gustado mucho. Costanza pertenece a la nobleza de su país, mas no vive ningún cuento de hadas. El rechazo de su madre, unido al hecho de ser pelirroja (otro aspecto que no gustó mucho a sus parientes en general), le hacen llevar una vida distinta a la de las otras chicas de su nivel. De pequeña se tuvo que criar junto a los criados, porque su madre no la podía ver, y si a eso le unimos cómo siguió su vida tras su matrimonio podemos comprobar que no tuvo una vida en absoluto fácil o feliz. Lo positivo de ello es que en la novela se refleja a la perfección toda la evolución de Costanza. No quiero comentar qué cambios da, pero cuando los hace están justificados y los comprendes. Es algo que he valorado mucho, porque detesto aquellas novelas que fuerzan a sus personajes a cambiar sin que venga a cuento. Yo necesito creerme lo que sucede, y en La tía marquesa me lo he creído.
Además, esto es algo muy personal, pero me ha gustado que sea una historia más triste que alegre. Tal vez por eso también me ha resultado más cercana en conjunto. No es un libro para emocionarse en cada página; no obstante, la descripción de los hechos transmite tan bien el estado en que se encuentra Costanza que te adentras de pleno en la historia y la vives, cada hecho te llega.
En el libro predominan la narración y la descripción, ambas muy buenas. Hay menos diálogo y en esta ocasión me alegro de ello, porque el lenguaje que utilizan los personajes es el propio de su época y tal vez si hubiera abundado mucho me habría cansado. Por lo demás, la lectura se desarrolla sin dificultades, la escritura no es ni simple ni elaborada en exceso, por lo que cualquiera la puede seguir sin problemas. Sin embargo, no creo que este libro sea apto para cualquier tipo de lector, pero por otros motivos que comentaré a continuación.El libro relata la vida de un personaje y de los que se encuentran a su alrededor, por lo tanto, no se trata de ninguna novela de intriga en la que se intenta resolver un misterio. Hay páginas en las que no sucede nada relevante, y para personas que sólo buscan un tipo de libro que enganche de la primera hasta la última página esto podría ser un inconveniente importante. Claro que en La tía marquesa pasan cosas interesantes, pero no es ningún libro de acción. La tía marquesa se saborea con calma, disfrutando página a página de todo el desarrollo de la historia, de cada escena de Costanza y sus familiares y criados. Creo que para leerlo te tiene que gustar leer de verdad.
Cambiando de tercio, el libro me gustó desde el principio, aunque no es precisamente una novela de las que más enganchan, pero tengo que decir que las últimas cien páginas me parecieron buenísimas. Mientras vas leyendo te interesa cómo sigue la vida de Costanza, su futuro, y no te imaginas que todavía queden ciertas cosas del pasado por resolver. Eso da muchísimo juego, porque no es sólo con una trama, sino que hay varias que se acaban descubriendo en esta recta final. Y aquí sí que me enganché de verdad al libro. La historia en conjunto me parece preciosa, no es ni previsible ni ñoña, tiene sus momentos tristes pero también las pequeñas alegrías y en todo momento sufres o te alegras con la protagonista. Costanza es un gran personaje, de aquellos que merece la pena conocer.La tía marquesa me ha gustado tanto que me ha dado mucha pena terminar el libro. Es un tipo de libro que sientes que lo has vivido, no solamente porque vives la historia sino porque en la realidad también te puedes identificar con los sentimientos de Costanza. Aunque no se trate de un libro corto, al acabarlo no te importaría que durara cien páginas más porque te interesa la historia de este personaje y de algún modo no quieres abandonarlo.
Ambientación: nobleza siciliana del siglo XIX
Probablemente lo que más me ha gustado de la novela es la historia de Costanza, puesto que además de ser bonita ha logrado que me adentrara de pleno en ella y la sintiera como si la estuviera viviendo yo. Pero no quiero olvidarme de otro aspecto que contribuye mucho a que esto haya sido así: la buena ambientación que tiene.
La historia se desarrolla en varios palacios, ya que según la época del año y los acontecimientos especiales los nobles cambiaban de residencia. Reconozco que en algunos momentos me he perdido un poco con el sitio en el que estaban, pero como es algo secundario a los hechos no pasa nada. El que la familia tuviera tantos lugares para vivir conlleva que en cada uno de ellos tengan unos criados y mayordomos distintos, y algunos de ellos aparecen en la novela. Entre la familia, el servicio y otras personas, los personajes que intervienen en el libro son muy numerosos -algunos incluso se llaman igual- y en el caso de algunos criados me ha sido imposible saber en cada momento quién es cada uno (aunque al final del libro se incluye un listado donde se explica). De todas formas, Costanza, sus padres, sus hermanos, su marido, las nodrizas, y algunas tías más cercanas, que son los que tienen más protagonismo, no generan dudas a la hora de identificarlos en el texto. Del resto de personajes, cuando alguno habla te quedas básicamente con la idea de lo que ha dicho, no tanto de él en sí, y solamente con saber lo que se comenta o lo que ha ocurrido tienes suficiente para seguir la trama. Así que, al contrario de lo que pueda parecer, a pesar de que aparezcan tantos personajes la historia principal no se ve afectada por ello.El contraste entre las personas del servicio y los nobles también se aprecia mucho en la novela, y aunque la protagonista es rica también hay personajes de menos categoría social que tienen un papel importante y te permiten descubrir otros aspectos de la vida de los pobres en aquella época. Viven en plantas distintas, obviamente se dedican a cosas distintas, y el hecho de que Costanza pase gran parte de su infancia viviendo junto a sus criados porque su madre no la quiere le hace conocer otra forma de vida, un hecho que influirá en su futuro.
Tal y como he comentado, en la forma de hablar de los personajes se emplean estructuras propias de la época que para quien no haya leído nada parecido pueden resultar raras. Para mí no ha sido problema y, como además no abunda el diálogo, no he aborrecido esta forma de hablar. Creo que es un aspecto más que hace que la ambientación en la época se te haga aún más creíble.A pesar de ser un tema de fondo que no llega a ser decisivo en la novela, también se comenta más de una vez la situación del país y de los que mandan. Es poca cosa, para saber más tendría que leer otro libro, pero está muy bien que con esto se demuestre que la familia no vivía aislada del mundo y estaba al tanto de lo que sucedía fuera de su mansión.
Conclusión
El libro me ha gustado mucho, la historia que nos cuenta es muy bonita y los personajes, especialmente el de la protagonista, están muy bien trazados y se puede seguir su evolución a lo largo de las páginas. A todo eso hay que añadir que la ambientación está muy bien hecha, y además de reflejar la vida de una familia de la aristocracia también narra las vivencias de algunos miembros del servicio, de forma que no deja nada suelto. No le encuentro ningún defecto al libro, solamente me han parecido prescindibles los fragmentos en presente de Amalia y su sobrina, pero no son algo importante, así que no llegan a hacerse pesados y no molestan.¿Lo recomiendo? Por supuesto, pero no a todo el mundo. Creo que es un libro que gustará mucho a quienes disfruten con las sagas familiares o las novelas ambientadas en esta época, y también a aquellos que quieran leer libros sobre un gran personaje. Si lo que buscáis es una novela de acción, rápida, de las que enganchan pero no te transmiten nada, dudo mucho que La tía marquesa os pueda gustar. Tiene partes que atrapan, sobre todo hacia el final, pero no es ni mucho menos una novela del tipo de los best sellers y para llegar a ese desenlace antes hay que leer muchas páginas en las que domina la descripción y no suceden hechos impactantes. Si os ha llamado la atención, leedlo: es un libro que merece la pena.
Mi valoración: 10/10