A pesar de la ilusión que me hacía el mundo empezó a desmoronarse cuando comprobé que se retrasaba el inicio de la lectura simultanea por que faltaban ejemplares por llegar y que se me iba a solapar con la de Invierno en París que yo misma organizaba. En un mes normal con un poco de organización lo hubiera podido llevar todo sin ningún problema, pero mi horario vespertino, hacía que mi tiempo para leer disminuyera a pasos agigantados, mis horas de llegar a casa y el cansancio me robaban mi lectura nocturna, y yo que no soy de ver la tele, me sentaba hecha polvo en el sofá, delante de la caja tonta, unas veces porque el programa era de mi gusto y otras porque tenía que hacer la digestión antes de sucumbir a mis deseos de acostarme.
Aún así y a pesar de que se han quedado proyectos por el camino y que tengo reseñas por redactar atrasadas puedo gritar orgullosa que tengo un buen nivel de supervivencia, sobrevivir a todos los charcos en los que me he metido yo solita, ha sido toda una proeza que si puede ser no quiero repetir. Me costó mucho terminar el libro y no porque no me gustara porque desde el principio me cautivó La Muga, sus abuelas, la aridez y rusticidad de la tierra y las gentes que la habitan, me enamoró la forma de escribir de la autora, esas frases en catalán que hacían mis delicias y esas otras en inglés que me obligaban a mirar las notas a pie de página para comprobar que había intuido bien lo que decían los personajes.
Sin embargo, cuando lees en sesiones de menos de una hora el tiempo no cunde, cuando en una semana solo puedes cogerlo en días alternos o ni eso, la desesperación aumenta. A pesar de todo a mi la historia me ha gustado, la transformación de la protagonista me ha resultado creíble. Y los personajes me han parecido bien dibujados a pesar de que con Kate ha sido algo repetitiva supongo que para poner de manifiesto esa edad tan complicada en la que se encuentra.
La autor@:
Sandra Barneda nació un 4 de octubre en Barcelona, donde se licenció en periodismo por la UAB.
Desde hace siete años es una de las caras de Mediaset Epaña. Ha trabajado en De buena ley, El Gran Debate y actualmente presenta en Telecinco Hable con ellas y prepara Un tiempo nuevo, un programa de actualidad y análisis político.
Es productora ejecutiva de Desalmados Producciones S.L., donde ha producido documentales, publicidad y cortometrajes. Ha trabajado en Catalunya Ràdio, Antena 3, Telemadrid, 8tv, TV3, TV2 y Telecinco. Y ha colaborado con artículos en Smoda de El País, El Periódico de Catalunya, Elle y Zero.
Viajera incondicional, en cuanto puede coge la maleta y corre a vivir otras realidades y a aprender de ellas para poder contarlas. Es autora de Reír al viento (Suma 2013) y esta es su segunda novela.
Podréis encontrarla en
@sandrabarnedaa
Sandra Barneda.com
Sinopsis:
¿Todo en la tierra está escrito? ¿Podemos cambiar nuestro destino corrompiendo nuestro pasado? ¿Qué harías si descubres que tu vida es una mentira?
Gala Malborourgh viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del Ampurdán con la única intención de cobrar a herencia de un familiar desconocido y retomar cuanto antes su vida en Nueva York. Ignora que esa decisión activará una perfecta, sutil y acompasada maquinaria dispuesta a desempolvar mentiras enterradas y secretos familiares y a sanar almas entregadas a la amargura del dolor.
Una historia de contrastes
La tierra de las mujeres me parece una novela ambiciosa que no ha acaba de estar bien resuelta, pero que plantea temas muy interesantes y que posiblemente quien no haya vivido en un pueblo pequeño no termine de aprehender.
Esos fuertes contrastes los marca Gala Malborough, protagonista indiscutible de esta trama, una mujer que siempre se ha visto privada de cariño y envuelta en un dinero que no le da la felicidad, primero bajo las ordenes de su madre, un tanto desapegada de la que no ha recibido afecto, pero dirigía y dirige su vida con mano férrea. Y no contenta con eso, une su vida a Frederik, D. Pluscoamperfecto, un personaje hedonista y ególatra que vive para procurarse su bienestar personal, aunque para ello tenga que anular a su mujer, convertirla en un florero y moldearla a su imagen, no en vano es cirujano plástico, nunca he visto un hombre más frío y poco empático...
Gala reside en Nueva York, huye de ser lo que su madre ha sido toda la vida, un ama de casa rica, que sucumbe a todos los caprichos, que va de compras con sus amigas y gasta horas en el gimnasio, su gran deseo, montar un negocio, pero tanto su madre, como su marido no piensan que sea capaz de llevarlo adelante y la desalientan. Gala se ha convertido en una sombra de si misma, una mujer que finge tener una familia perfecta, cuando su matrimonio es una farsa y se vuelca en sus hijas porque en su infancia echó de menos el cariño de su madre.
Su vida comienza a cambiar cuando recibe la llamada de un abogado catalán, que le informa que ha recibido la herencia de un familiar de España. A pesar de desconocer su existencia, decide dejarlo todo y junto a sus hijas aterrizar en La Muga un pueblo del Ampurdán.
Gala y sus dos hijas se enfrentan a una sociedad muy distinta de la que estaban acostumbradas, un entorno rural frente al cosmopolitismo neoyorquino, una casona muy antigua, frente a su lujoso apartamento, y la falta de conexión con el mundo porque internet y los teléfonos tienen escasa cobertura. Cada una de ellas va a reaccionar de una forma distinta, aunque en principio es común en ellas el desagrado.
La Muga es un enclave rural, que vive de la agricultura y la ganadería, allí hay más ancianos que niños, se conocen todos, y mal que bien se sobrellevan. Podríamos decir que es una sociedad matriarcal muy cerrada y las acogen por deferencia a Amelia Xatart, la finada. La altiva y fría Gala comienza a metamorfosearse, y para ello es importante tanto el comportamiento de las abuelas, como la aparición de su socio Amat.
Amat es el otro personaje masculino fuerte, es el antagónico de Frederick, un hombre apasionado, que antepone los sentimientos, muy visceral, guapo pero fuerte, al que su físico le importa lo justo y que en Gala valora algo más que su belleza. Un nuevo choque para la americana que desde que ha llegado a La Muga comienza a replantearse su vida con mayor profundidad, comienza a verse de una forma nada amable, a repasar las miserias de una vida que no le llena, de un marido que le hastía, y una madre que le sobrepasa.
Una herencia distinta
Gala no solo se da de bruces con la realidad cuando llega al pueblo y se da cuenta de lo poco que encaja en él. La lectura del testamento le depara sorpresas con las que no contaba y que amenazan con prolongar su estancia en el pueblo, más allá de la semana que tenía prevista. La casa amenaza ruina y no ve una fuente de dinero en ella, descubre que tiene un socio en un negocio de restauración y venta de muebles antiguos, y que ser heredera depende de que encuentre al autor de un cuadro titulado La mar y se lo devuelva.
No parece que con ello vaya a ser capaz de dejar atrás esa vida que tanto comienza a incomodarle y comenzar de nuevo ella sola con sus hijas. Con respecto al cuadro el mutismo de la gente del pueblo es tal, que piensa que nunca va a ser capaz de lograr encontrar a su dueño. Es de las pocas cosas que crean intriga en el libro y la autora lo resuelve de un plumazo, sin apenas darnos tiempo a asimilarlo, pasa como de puntillas y una cosa tan importante para poder convertirse en heredera universal lo ningunea de tal forma que no pude evitar sentirme estafada.
Pero Amelia y las mujeres de La Muga son una caja de sorpresas, y junto a esa herencia material, hay otra inmaterial que desprende un halo de magia tan importante en la cultura de los pirineos, que también queda un poco difuminada. Y me refiero al Circulo de mujeres, ese que es tan importante en esa sociedad matriarcal en la que aterrizan y a la que le dedica muy pocas páginas, como de corrida y sin explicar muy bien de que se trata, aunque si enfatiza los efectos que tiene en sus participantes.
¿Logrará Gala sus objetivos?, para averiguarlo tendrás que sumergirte entre las líneas de esta novela.
Dos mujeres, dos destinos
Una de las cosas que más me ha gustado del libro es el diario de Amelia, ese que Gala descubre casi por casualidad en el desván y que va revelándole los secretos de la familia, era una delicia sumergirte en esas páginas que en la edición del libro figuran en cursiva y con letra más pequeña, es posible aprehender todo el dolor de esa mujer a la que la vida va dándole palos y ofreciéndole muy poco consuelo, una mujer fuerte, algo arisca, amiga de sus amigas, que vuelca toda su fuerza y energía en la restauración de muebles como algo sanador, como medio para curar las heridas de su alma y encontrarse a sí misma.
Amelia se nos revela como una mujer luchadora a la que la vida le ha repartido cartas malas y que ha ido sorteando dificultades. Una mujer emprendedora y a veces osada que toma decisiones un poco pioneras para su época, y que sin embargo al final de su vida siente miedo y se convierte en alguien conservador. En vida dirigió en parte los destinos de La Muga, después de muerta sigue haciéndolo a través de su peculiar herencia, que obliga a sus amigas a acoger a una mujer a la que no conocen.
La parte contraria podría ser Gala, su sobrina nieta, una mujer que siempre ha nadado en la abundancia económica y en la pobreza de afectos, una mujer anulada, con proyectos para salir de una vida que le hastía, pero sin recursos para hacerlo por depender económicamente de su marido o de su madre, ambos no confían en ella y prefieren tenerla a su merced.
Amelia se convirtió en una sombra por dolor, Gala por aburrimiento, por no gustarse a si misma, por anulación. Dos mujeres que comparten rasgos físicos, lazos de sangre y que no han cruzado una palabra en la vida.
La muerte de Amelia la resarce de todo lo vivido, y al final obtiene su reconocimiento, los secretos que se desvelan nos dejan un poco en estado de shock, deseando que el diario continúe y nos siga explicando la existencia de esa mujer prácticamente desde la adolescencia hasta su muerte. Cuando su voz literaria se acaba no solo Gala queda huérfana, también los lectores hubiéramos deseado más, habríamos querido conocerla mejor, hacer nuestras sus desdichas y sus rayos de felicidad.
Las palabras de Amelia van calando en Gala, sacándola de su inmovilismo, convirtiéndola en una mujer capaz de enfrentar sus miedos, sus fracasos, capaz de cerrar una página para abrir otra más propicia para ella, para ser capaz de plantar cara a su madre y a ese marido que tan poco piensa en ella y en sus hijas.
Temas
Muchos son los grandes temas que se tocan en este libro, muchos de forma ligera, otros de forma más profunda, Entre ellos:
La familia y los sacrificios que uno es capaz de asumir por el bien de esta. Muchos son los modelos de familia que se nos proponen, la de Gala pura fachada y apariencia por mantener un estatus, la de Nalda basada en el amor y el respeto, la de Ursula la guapa basada en el rencor y la negación, la de los Brugat basada en riqueza de cuna, o la de los Forgas con una apariencia tan efímera como la del brillo del dinero y la fortuna ostentada.
La homosexualidad en una sociedad tan cerrada como un enclave rural, en el que la negación publica es el mejor sistema, aunque no para el afectado. Este tema me ha emocionado
La adolescencia, con sus rabietas, sus inconformismos, los sueños de futuro... aquí la autora hace demasiado hincapié en el personaje de Kate y la verdad es que hay momentos en que estás más que cansada de sus patines, de su forma de ver la vida, de sus egoísmo y de su reivindicación de lo americano como algo mejor que lo que tienen en el pueblo. Y como no en los sueños glamurosos de Joana llegue a sentir americanitis
La familiaridad que se establece en los pueblos, donde todos se conocen y arriman el hombro para ayudar o consolar al vecino, frente al desconocimiento y el desapego de las grandes urbes, donde cada uno va a lo suyo.
La tecnología tan necesaria para los jóvenes y tan poco útil en un enclave en el que lo saludable es jugar, y hacer la vida al aire libre. Aquí la nota de humor la pone Nalda, la abuela de internet.
El amor, ese primer amor inocente que despierta a temprana edad, ese gusto por gustar, y las segundas oportunidades, el deseo...
Seguro que me dejo algún tema, hay tantos, son tan variados, y algunos están tratados de forma tan sutil...
Los personajes:
No podía concluir esta reseña sin hablar de los personajes, son muchos y muy variados, la mayoría muy bien perfilados, con caracteres complejos y únicos, sin embargo hacer un recorrido por todos ellos sería un poco engorroso para mí y para vosotros, así que adelanto que la mayoría son mujeres porque es una novela de mujeres, aunque no diría yo que para mujeres.
De Amelia y de Gala ya os he hablado así que no me voy a repetir...
Kate y Adele: Son las hijas de Gala, tan distintas entre si como complementarias. Kate es la adolescente, ese proyecto de mujer inconformista que se rebela ante todo, y que no es capaz de ver más que sus deseos. Adele es la soñadora, un encanto de niña que pronto se aclimata a La Muga, tanto que sería capaz de quedarse a vivir allí, la libertad que le ofrece el pueblo y las aventuras junto con su amistad con Marc son suficientes para ella.
Julianne es la madre de Gala, al final podemos llegar a comprender su comportamiento y toda la amargura que arrastra. También sufre una metamorfosis, y la verdad es que nos deja boquiabiertos con sus decisiones.
Nalda la Roja: es el personaje que más me ha impactado, es una mujer de contrastes, de una fuerza que arrasa, la mejor amiga de Amelia y la única que conocía su secreto, será la mejor aliada de Gala, aunque hay momentos en que saboteará alguna de sus oportunidades porque cada uno defiende con dientes lo suyo.
Francisca La Santa: no es que sea un personaje importante, sin embargo a mi me ha llegado al corazón esta mujer, la tragedia de su vida y los remedios florales para el alma.
En cuanto a los masculinos
D. Pluscoamperfecto, está retratado psicológicamente por su mujer y sus hijas, de su aspecto físico poco conocemos aunque intuimos que debe ser imponente porque vive de cara a la galería. En mi vida he podido empatizar menos con un personaje, lo he llegado hasta odiar por el daño infligido a su mujer e hijas.
Amat: Socio de Gala en Antic Vell e hijo de Nalda, un hombre que ha logrado una coraza para que su corazón no salga lastimado y que ve como se resquebraja a pasos agigantados. Un personaje completamente cautivador, con sus contrastes, con su belleza y sus rabietas. A mi me ha enamorado.
Vicente: Marido de Nalda y padre de Amat, un hombre tan enamorado de su mujer que no ve nada negativo en ella.
Conclusión:
Nos encontramos ante una novela con buenos mimbres que no llega a ser redonda, por muchos motivos, el principal, porque cuando creas una trama de intriga entorno a un elemento, en este caso el autor del cuadro, no lo puedes liquidar en media línea, no puede ser tan fácil, no puede el lector quedar con ese sentimiento de engaño. Es la única condición para convertirse en heredera universal ¿como se puede liquidar un tema de forma tan abrupta?
Durante toda la trama sobrevuela el tema de El circulo de las mujeres, es una sociedad matriarcal, donde las mujeres tienen mucha importancia, todas aspiran a pertenecer a esa sociedad mágica a la que se accede por herencia y méritos, después de mucho esperar la irrupción en escena de ese elemento al que temía especialmente porque no soy mucho de efectos paranormales, me sorprende que la autora solo le dedique unas pocas páginas, que no transmiten la esencia del grupo, ni el porque de su existencia, ni porque se convoca...
Y ya por último para cerrar el capitulo quejas, el final me ha parecido demasiado abierto, invita a demasiadas cosas, a una segunda parte, o que la imaginación del lector vuele libremente, me hubiera gustado que acotara más, que cerrará más la historia, que nos diera una pista de que piensa hacer con esta trama...
A pesar de lo que pueda parecer, si pongo una balanza pesan más los aspectos positivos y el disfrute de las tardes y noches que me ha acompañado la novela. No puedo negar que me hubiera gustado que Amelia tuviera más peso, sin embargo, Gala ha terminado ganándose mi corazón, hasta la quejica de Kate se ha ganado una parcelita, pero si alguien realmente se ha quedado en mi para tiempo es Adele.
Si te apetece pasear por el Ampurdan, si quieres presenciar un viaje al interior de uno mismo, si quieres recorrer Nueva York en sueños, si te apetece una lectura en la que el tiempo se detiene, sin duda este es tu libro...