Acuarela de tierras y campos
Todo el mundo en general, quiere tener una propiedad, algo suyo, algo que en principio es fundamental para decir tengo algo mío, tengo un trocito de la tierra, que es mía, que no es de todos, es algo mío, algo especial.Paseando por la tierra gallega, me he dicho a mí mismo: qué contenta está la gente en general cuando me dicen: sí, esto (un trozo de tierra), es mío, me pertenece. Si algo me pasa, la tierra es fundamental, se puede cultivar y obtener alimentos para poder sustentarse.
Es cierto, la tierra es importante, pero lo es más las personas que la habitan. En mi paseo de hoy por estas tierras de la aldea en donde estoy pasando mis vacaciones, me he dado cuenta que hay muchísimas tierras, algunas de grandes extensiones, otras minúsculas y algunas más pertenecen a las mancomunidades de vecinos, que casi siempre son explotaciones de madera gestionadas por el municipio y los beneficios revierten a sus vecinos, es decir a la comunidad.
Todo está muy bien, todo me parece estupendo, todo esto es maravilloso, pero ¿qué pasaría con todas esas tierras, si no hubieran gentes que las estén labrando, cultivando u explotando?
Pues sencillamente la tierra está ahí, es cierto, pero sin sus habitantes no serviría para nada, lo que se dice para nada. Muchas veces digo que no vivimos del asfalto de las carreteras ni de las calles de las ciudades. ¿Acaso no es cierto que por una tierra que se tenga en propiedad, sin sus gentes que la trabajen, no tendríamos nada, absolutamente nada?
Por tanto, amigas y amigos que tenéis la paciencia de leerme: la tierra sí, es importante; pero lo verdaderamente sustancial para que sirva la tierra, sólo se puede conseguir si existen sus gentes que la pueblan, que la cultivan y que la hacen posible para alimentar al mundo.
La tierra es importante.