Revista Ciencia

La tierra es plana, pero la homeopatía no es medicina

Publicado el 21 diciembre 2011 por José Luis Ferreira
La tierra es plana, pero la homeopatía no es medicina
La Tierra es plana. Así suelo comenzar muchos de mis cursos. Pregunto a los alumnos por la forma del planeta. Tras unos instantes de sorpresa y de duda (parecen siempre dudar sobre que puedan dar una respuesta correcta, ¿por dónde va a saltar el profesor?) aparecen las primeras respuestas, redonda o redonda y achatada por los polos. Son respuestas tímidas, como disculpándose por no poder decir algo más preciso. Naturalmente les digo que claro que son buenas respuestas, ¿qué pensaban, que las iba a tomar a risa? Son respuestas perfectamente buenas como primera contestación rápida y aproximada a la pregunta.
A partir de ahí surge la idea de ir perfeccionando más la definición de la forma la Tierra, que si está achatada más por uno de los polos, que si tiene atmósfera, que si montañas y valles, que si la magnetosfera, que si la deformación del espacio-tiempo. Enseguida se comprende que precisar la forma de la Tierra no tiene fin. Pero el discurso tiene en estos momentos un giro. Si aceptábamos la forma esférica como buena aproximación, ¿por qué no aceptar la forma plana?
Murmullos.
No necesariamente de aprobación. Más bien de confusión.
Sin embargo, cuando uno llega a una ciudad y compra un mapa no se queja al librero de que lo que le ha vendido es un plano que no tiene en cuenta la redondez de la Tierra. Si lo que quiere uno es ir del hotel a los monumentos de la ciudad el modelo plano es perfectamente bueno. Si quiere volar de Bilbao a Tokio por la línea más directa, mejor usa el modelo de la Tierra redonda (con atmósfera). Si uno quiere usar un sistema GPS, mejor la deformación del espacio-tiempo. Lo que uno quiera hacer determinará la utilidad del modelo. Uno de los modelos más inútiles es el mapa de escala uno a uno. Para eso ya tenemos la realidad.
Un buen modelo debe tener su utilidad, debe permitir hacer cosas con la realidad mejor que sin el modelo y mejor que con otros. Debe, además, ser susceptible de mejora. El modelo de la Tierra plana predice que, al alejarse de puerto, veremos el muelle, los edificios altos y las colinas del fondo de la ciudad cada vez más pequeños, pero todos a la vez. Sin embargo, en la realidad, dejaremos de ver primero el muelle, luego los edificios y finalmente las colinas. Esa mala adecuación del modelo a la realidad nos permite mejorar el modelo. Pero para ello recordemos que el modelo debía predecir unas cosas y no otras. Si el modelo predice cualquier cosa, en realidad no predice nada y vuelve a ser inútil.
Hoy, día del escepticismo (bueno, ayer, pero por unos minutos), termino la entrada con dos consecuencias de lo anterior. La homeopatía no es ningún modelo a ninguna escala de la medicina. No vale siquiera como aproximación, no más que decirle a un niño "sana-sana...". Se enteraron en el Parlamento británico hace no tanto y ahora se enteran en el Gobierno español. Más vale tarde que nunca (aquí y aquí está mejor explicado). La otra consecuencia es que la astrología es igualmente inútil. No predice nada.

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