La Timidez

Por Mundoyosoy @mundoyosoy
Quizá se sorprenda al ver que su hijo, por lo general extrovertido, se vuelve tímido cuando se encuentra con otro niño o con un adulto desconocido. De pronto deja de hablar, se ruboriza y trata de esconderse detrás de usted. Lo que provoca esta timidez es simplemente una falta de confianza en situaciones sociales, la conmoción de ver un rostro desconocido o de ser el centro de atención. En cuanto se aleja de esta situación, su timidez desaparece y vuelve a ser el mismo de siempre. A esta edad, los niños tienden a ser más tímidos que las niñas (aunque esta tendencia se invierte cuando empiezan a ir al colegio).

La timidez cambia
El modo como los niños experimentan la timidez cambia a medida que crecen. A los 15 meses, su hijo probablemente se aferre a usted en presencia de un desconocido. Incluso cuando, al cabo de 3 o 4 meses, su confianza haya aumentado y se lance de cabeza casi a todas partes, muy satisfecho de sí mismo y sin ninguna preocupación, de pronto puede convertirse en un niño tímido e inseguro si se encuentra ante un rostro poco familiar.
A medida que su confianza aumente progresivamente, más o menos en los 6 meses siguientes, ya no se aturullará tan fácilmente por la timidez. Por supuesto, quizá siga siendo tímido en presencia de personas a las que no conoce, pero la reacción de pánico que experimentaba cuando era más pequeño ya no será evidente. Ahora supera la timidez reaccionando de una manera más neutral y controlada que antes; es más probable que reaccione guardando silencio, antes que intentando esconderse.
Hacia los tres años, ha conocido a tantos niños y adultos que reaccionará ante los desconocidos, y aveces iniciará una conversación o interacción social con ellos. Aún así, algunas veces sufrirá una regresión al comportamiento tímido de un año a dos antes.
Preste atención a los signos de timidez, porque quizá no sean evidentes a primera vista. Cuando su hijo se muestre tímido, quizá se calle de pronto y le cueste establecer contacto visual con quienes le rodean; por ejemplo, puede quedarse mirando fijamente al piso . Puede azorarse y ruborizarse, e incluso experimentar dificultades para tragar. Puede quedarse paralizado, incapaz de seguirle el paso, o puede forcejear para alejarse.
La manera de mostrarse tímido de su hijo dependerá de su personalidad, y usted aprenderá pronto a reconocer los signos en su caso.
Causas de timidez
Algunos psicólogos afirman que cierta tendencia a la timidez se hereda de los padres, y existen pruebas que corroboran esta opinión. Por ejemplo, el grado de timidez de dos gemelos idénticos (cuya estructura genética es casi exacta) es más parecido que en el caso de gemelos no idénticos (cuya estructura genética no se parece más que la de dos hermanos no gemelos).
Otros psicólogos aseguran que en la timidez influye la experiencia, la educación y el contexto. Por ejemplo, los padres tímidos tienden a tener hijos tímidos, quizá porque el modelo de conducta social que se vive en casa (que los niños emulan de forma natural) es de timidez, y por eso tienen más probabilidades de ser tímidos a su vez. Un estudio confirmó que la probabilidad de que los niños sean tímidos es mayor en un entorno que valora la competitividad y los logros que en otro que valore a un niño por sus cualidades como persona, y esto sugiere que el entorno social incide en la timidez. Y los niños que viven en hogares que reciben muchas visitas quizá sean menos tímidos que  los hogares donde las caras nuevas son una excepción. Estos descubrimientos desafían la teoría de que la timidez tiene un origen principalmente genético.
Apoyo
Para un niño, conocer a otros niños y adultos puede ser casi insoportable. Recuerde que sus sentimientos son muy reales y que no se comporta así por decisión propia. Por eso es muy importante no tomárselo a broma, con la esperanza de engatusarle y distraerle de su timidez; por lo que a él respecta, es un asunto muy serio. Y la idea de que usted le "mortifique" le hace sentir aún peor. Necesita el apoyo emocional de sus padres para sentirse seguro. Durante un ataque de timidez, un simple gesto de ánimo por su parte (como una palabra de estímulo o una caricia tranquilizadora) puede bastar para aumentar su confianza hasta el punto de sobreponerse a sus sentimientos.

Consejos
  1. No deje que se esquiven las situaciones sociales. Su hijo tímido puede dedicar todo su empeño a que usted crea, por ejemplo, que no puede ir a la escuela porque es incapaz de enfrentarse a los otros niños. Persuádale igualmente para que vaya.
  2. Recuérdele sus puntos fuertes. Un  niño tímido a menudo está convencido de que no gustará a los demás niños. Insista particularmente en que sí gustará porque, por ejemplo, es divertido estar con él.
  3. Propóngale hacer algo. Quizá no se le ocurra nada que decir o hacer cuando conozca a otras personas. Sugiérale ideas para romper el hielo, como decir su nombre a los demás niños o invitarles a jugar con él.
  4. Enséñele el lenguaje corporal. Muestre a su hijo cómo comportarse, aunque se sienta cohibido. Demuéstrele cómo establecer contacto visual, mantener la cabeza alta y no manotear nerviosamente
  5. Proporciónele experiencias sociales. Cuanto más se relacione su hijo con otros niños de su edad, mayor será la confianza que desarrolle en sociedad y menor la probabilidad de que sea tímido cuando conozca a otros niños o adultos. Esto se puede lograr asistiendo a grupos de juego o de estimulación temprana.