La “tolerancia” musulmana en españa: el progrom de granada

Publicado el 22 septiembre 2016 por Emethgolem @NombredeIsrael

Se habla mucho de las bondades de los musulmanes durante su estancia en España. Creo que todo obedece a la intención de idealizar una religión presentándola como una especie de garante de otras religiones y ejemplo de tolerancia, todo esto esta muy de moda desde que Zapatero soltase su ultima genialidad : la alianza de civilizaciones.

Lo cierto es que me ha dado por ojear algunos tomos de “Historia de España” de Menéndez Pidal, extensisima y minuciosa obra que a lo largo de 68 densos volúmenes describe de forma exhaustiva la historia de España, constituyendo la obra cumbre de la Historia española.

Me ha sorprendido la siguiente narración en relación a una matanza de judíos ocurrida en Granada en el año 1066 en lo que debía ser un oasis de paz y tolerancia:

Abu Ishaq, excita a la plebe musulmana a la matanza y al pillaje, con frases como corre a degollarlos (a los judios) que es cordero cebón…coge su dinero que tu eres mas digno que el”.

“Esos judios que antes buscaban en los basureros  harapos coloreados con que amortajar a sus difuntos…ahora se han repartido Granada…cobran los tributos…visten con elegancia…degüellan reses en los mercados…y el mono Jose (el judio Yusuf b. Nagrila, que ocupaba un alto cargo en la administracion) ha solado de mármol su casa…Vosotros, los dueños, los fieles, los puros, vais andrajosos, sois miserables, estais hambrientos, os roban, teneis que ir a mendigar a su puerta”

Como alfaquí, Abu Ishaq deja bien sentado en su poema que no hay nada ilegal para los musulmanes en matar y robar a los judios, aíi como que no van a poner en peligro sus almas en la otra vida al hacerlo, pues no estarán violando el pacto de la dimmna, pacto que si ha sido roto por los judíos al no mantener la situación de HUMILLACION Y SUBORDINACION (sigar, dull) a la que están obligados.

En este progom de Granada, fruto de la tolerancia islámica, solo fallecieron 3.000 judios , citando las mismas fuentes árabes de la época según el mismo M. Pidal.