La tolerancia y la vida en sociedad, el gran desafío de la humanidad

En pleno siglo XXI, la tolerancia en todas sus facetas parece ser todavía una utopía en muchos casos. Los enfrentamientos por intolerancia a la diversidad religiosa, sexual, de género, ideológica o cultural son una triste realidad en diferentes partes del mundo. Y sin poner el foco en los conflictos de mayor magnitud, diariamente pueden escucharse en la vía pública o leerse en las redes sociales muchos comentarios con una fuerte carga de intolerancia. ¿Llegaremos algún día a superar esta actitud, que nos aleja de la faceta más virtuosa de nuestra condición humana?   

Tolerancia  y vida en sociedad.

Cuando hablamos de política no nos referimos únicamente a las cuestiones de gobierno. También debemos abocarnos a la forma en la cual construimos nuestras relaciones en comunidad, ya que las mismas determinan fuertemente la calidad de vida que alcanzamos. Estas relaciones no están determinadas por liderazgos políticos o sociales, sino que son construidas por la forma de actuar de cada ciudadano en su actividad diaria.Uno de los aspectos más importantes es el grado de tolerancia social, por un lado porque propicia sociedades armónicas y, además, por su trascendencia en la gestación de un ambiente positivo que facilita el desarrollo creativo, productivo y socioeconómico. Si por un lado las sociedades más justas son más tolerantes, también el ejercicio de la tolerancia fomenta el crecimiento económico y mayores niveles de igualdad.

TOLERANCIA Y VIOLENCIA

Aunque se han registrado en las últimas décadas avances para destacar, con un mayor reconocimiento legal y concreto en varios países del planeta a las diferencias sexuales, a las libertades de elección religiosa y en términos ideológicos o a los cambios en los patrones familiares tradicionales, el pulso real de la sociedad nos enfrenta a diario con una contracara que impacta: el mantenimiento de pensamientos caducos, prejuicios o actitudes que subsisten en todas las capas sociales y que parecen empujar en sentido contrario a los avances alcanzados.Sería ilusorio pensar en una sociedad perfecta en la cual la intolerancia sea erradicada por completo, pero determinadas participaciones de los internautas en los medios online o actitudes violentas en el escenario urbano no son precisamente casos aislados. Se observan cotidianamente y nos enfrentan a una cruda verdad que no podemos dejar pasar. 

TOLERANCIA, PROGRESO Y CAMBIO

A contramano de los instrumentos legales o medidas que con el esfuerzo de distintos colectivos se han concretado en los últimos tiempos y permiten avanzar en la tolerancia social, otros sectores preservan actitudes cerradas y no aceptan el carácter inevitable del cambio de las manifestaciones sociales con el paso del tiempo, característica básica de la condición humana y que hace posible la idea de progreso en un sentido amplio.  La falta de tolerancia y respeto a lo diferente en cualquier ámbito de la vida, como así también los crecientes niveles de insostenibilidad ambiental e injusticia social y económica, marcan nuestro fracaso como humanidad luego de varios milenios de historia y dejan en claro la urgencia de un cambio radical.COPYRIGHT © PABLO JAVIER PIACENTE / Foto Por Cortesía: wikipedia.org
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