He vuelto a ver Vértigo, una de las más bellas obras de su filmografía, y del cine en general. Sí, el vértigo es lo que separa a Scottie de la escena primordial que se (le) acaba desplegando. En esta ocasión la escena primigenia no ocurre en un pasado ancestral o en lugares recónditos de viejas mansiones, sino en la torre de un campanario y durante un pasado muy reciente. Allí acontece un suceso que es ocultado a los ojos del espectador, y de Scottie. Sólo escuchamos un grito, vemos caer un cuerpo, y hacerlo de lo alto de un campanario al que no podemos acceder. Precisamente, este ocultamiento es lo que mueve la acción hasta la reconstrucción de Madeleine y la expiación final. ¿Por qué Madeleine tuvo que elegir precisamente esa torre para quitarse la vida? Una torre que es, en realidad, territorio prohibido para Scottie y el espectador.
Scottie debió llegar a lo alto y salvar a Madeleine, pero esto, como la prohibición a comer del Árbol del paraíso, pertenece al reino del deber, y, por tanto, está ya fuera de lo tangible. En el fondo, Scottie sólo es culpable de mirar al suelo en lugar de tratar de ascender a lo alto, como Eva lo fue de escuchar a la serpiente en lugar de desoírla. Pero la culpa, por sí sola, no basta para llegar a la verdad. Se necesita de cierta confusión y desconocimiento como puntos de partida.