Mineyomar Romero
Se dice que la expresión tradición hace referencia a los sistemas sociales que responden a criterio de la cultura y representan una determinada etapa en la evolución histórica de la especie humana; en este contexto, considero que la ideología es necesaria para preservar la verdad del origen de las tradiciones y lo que estas representan, por ende, los puntos de vista y tópicos están profundamente entrelazados con las raíces de nuestra identidad personal en esa esfera de la ideología, y mas aun, cuando la verdad universal y la verdad particular se deslizan entre sí, sorteando la mediación del análisis racional.
En función de esto, hay que plantearse si la ideología es menos una cuestión de representaciones de la realidad que de relaciones vividas, ¿acaba esto con el problema de la verdad/falsedad para reconocer de donde viene el origen de una tradición? . Una razón para convencer a otros de lo expuesto anteriormente, parte de que es difícil ver cómo algunos sujetos podrían negar su experiencia vivida por carecer de memoria histórica, o simplemente dejar de reconocer el esfuerzo de otros en mantener estas experiencias vividas; es por ello que la ideología, para preservar una verdad cualquiera que se tenga, consiste precisamente en las relaciones vividas, legitimando a sus actores y protagonistas; también es cierto que las relaciones cultivadas en este constructo, pueden por sí mismas estar abiertas a juicios, donde algunos dependientes buscan atribuirse esta tradición como propia.
Por tal motivo, a manera de ilustrar un ejemplo de lo expuesto en el párrafo anterior, mi persona puede expresarles una experiencia vivida, como es el caso de la tradición de los Caballitos de San Juan en Ciudad Bolívar, actividad que goza de autenticidad genuina y gregaria, tiene una data que remonta desde la época del Gobierno de Juan Vicente Gómez en Venezuela a comienzos de 1900, este mandatario nacional expresaba su profundo amor por los Caballos y poseía grandes caballerizas, la idiosincrasia entendía esto, y a manera de demostrar complacencia se avocaron a la construcción y confección de Caballitos de San Juan a base de telas y palos de madera. En el caso de Ciudad Bolívar, pude observar que los bolivarenses junto a su caballito de San Juan elaborado, iniciaban la celebración homenajeando a todo aquel llamado Juan con consignas y cantos, acudían fervientemente a sus casas a fin de compartir con el homenajeado aquellas golosinas y bebidas que este muy agradecido brindaba por dicha visita. Experimente también, que para la década de los años ochenta hasta nuestros días, instituciones como la Fundación Cultural Grupo Parapara (con la cual tuve el honor de formarme), han preservado la tradición con valor de identidad a través de un proyecto educativo en las escuelas municipales, estadales y nacionales (incluyendo a la educación media, diversificada y superior, sin ser excluyentes), a fin de dar a conocer en niños jóvenes y adolescentes parte de su historia cultural con la esperanza de que las generaciones presentes y futuras no olvidasen este importante legado que empezó a consolidarse con la permanente celebración del 15 de Febrero (día del Congreso de Angostura) , el Juego de Paraparas y Zarandas, así como el 24 de Junio (día de San Juan) en la Plaza Miranda de Ciudad Bolívar, donde se congregaban todas las agrupaciones artísticas del municipio para recibir a los homenajeados del día una vez visitados en sus casas.
Sin duda alguna, la Fundación Cultural Parapara presidida por su actual presidenta la investigadora y artista Mariita Ramírez, logro por ejemplo plasmar la celebración del día de San Juan como un sistema de orden social, para organizar diversos elementos de componente formativo y empírico catalogados como favorables para la idiosincrasia guayanesa; ahora bien: ¿que adulto actualmente no recuerda en su infancia canciones como “Caballitos de San Juan ” en ritmo de guasa, “Lindo Caballito” al ritmo del Calipso de el callao, “Por las calles de Angostura al ritmo de mare mare, canciones ideadas por esta institución?, unos de los fines estratégicos obviamente eran mantener la memoria viva de una tradición vista como ideología, esfuerzo titánico para legitimar la expresión cultural de un gentilicio, se asume la música como expresión política epistemológicamente neutral, próxima al sentido más amplio del término «cultura». Por otro lado, el componente ideológico expresado a través de los Caballitos de San Juan promovido, denoto todo un complejo proceso simbólico, aludiendo a la manera en que las personas «viven» sus prácticas sociales de un pasado, presente y por que no decirlo: la premonición de lo que seria el futuro de esta tradición.
Se considera entonces, que esta forma de ideología para preservar la verdad de su origen es más amplio que el sentido de «cultura», ya que no se limita a la labor artística o intelectual del valor aceptado, simplemente por que la ideología esta enfocada a los signos, significados y valores codificados en las prácticas ilustrativas producto de una historia reconstruida por la Fundación Cultural Parapara (acto digno de reconocer), que miro a los Caballitos de San Juan como un expresión antropológica, subrayando la determinación del pensamiento, proporcionando así un valioso antídoto al idealismo ejercido. Es evidente reafirmar que, la Fundación Cultural Parapara en Ciudad Bolívar, logro por mas de veinte años que la ciudadanía estableciera una relación dialéctica, construyendo una especie de discurso basado en ideas e imaginarios sociales indispensables para configurar esa ideología de connotación ancestral que legitima sus expresiones culturales como propias.
Para finalizar, con este gesto privilegiado de reflexión, se puede decir que la Fundación Cultural Parapara le devolvió la memoria cultural a los guayaneses, los hizo despertar, emancipando la celebración de sus Caballitos San Juan todos los 24 de Junio, haciendo ver claramente que las tradiciones son de los pueblos, nada ni nadie puede inventárselas ni atribuírselas.
Agradecimientos a todos aquellos héroes visibles y anodinos que junto a Mariita Ramírez y su equipo de trabajo, marcaron huella en Ciudad Bolívar desde la década de los años ochenta hasta la fecha para las nuevas generaciones, reseñar la lista en este articulo seria interminable, ya que no dejarían de faltar decenas de nombres e instituciones, sin embargo solo ellos saben la importancia de su aporte en vida y mas allá de este plano terrenal. Seria absurdo, mezquino y sobre todo miserable invisibilizar a estos valientes y su sacrificio por su Ciudad natal.
Guayanesa de sentimiento. Administradora de Carrera, Profesora universitaria con un diplomado en investigación, Magíster en Ciencias Políticas. Actualmente estudiante de Doctorado. Cantante de Jazz y Bossa Nova. Su lema: Amor a Dios a la Patria Ciencia y Disciplina. romeromineyomar@gmail.com @mineyomar