Empecé A propósito de nada, las memorias del genio neoyorquino por excelencia. Este párrafo maravilloso: "Muy bien: de modo que soy un
niño pequeño, al que le encantan las películas, le encantan las mujeres, le
encantan los deportes, odia la escuela y desea beberse un Dry Martini. Oh, si
bien admito que fui un alumno terrible, una cosa que siempre supe fue escribir.
Escribía antes de que supiera leer. No aprendí a leer hasta primer grado, pero
en el jardín de infancia ya escribía cuando volvía a casa, es decir, inventaba
ficciones. Escribía sin la capacidad de
volcarlo en palabras. La tradición oral. Como las baladas."Lo leo y no dejo de pensar en la mi gente y en la mi tierra. Emboscados, como dice siempre el mi hermanu Lauru: