La Rae define «traducción» como: «Interpretación que se da a un texto» . Es realizada por un traductor, quien cuidadosamente lee el texto en el idioma original para luego transcribirla en el idioma deseado. Los textos son traducidos con el fin de ser más accesibles para ciertos grupos de lectores. ¿Qué tan influyente son las decisiones del traductor sobre el texto? La magia de los idiomas radica en sus diferencias, pero estas diferencias solo complican el trabajo del traductor. Así como hay palabras sin igual en otros idiomas, hay palabras que no transmiten el sentimiento que el autor desea, hay conceptos que dependen de la elección de dichas palabras y una enorme cantidad de textos dependientes de los conceptos, por ejemplo los poemas dependen del concepto de la rima.
La traducción debe de ser realizada con total atención al texto, ya que como dice la Rae, se está interpretando un texto y un pequeño error o variación lingüística puede ser catastrófica. Las obras más relevantes son las que comúnmente son traducidas, por esto el trabajo de un traductor es crucial. «La Biblia», por ejemplo, es base de varias religiones y ha sido traducida completamente a 553 idiomas. Si la Biblia se tradujera sin atención, se distorsionaría el mensaje que la religión intenta mandar a miles de personas. A continuación se hablará de lo que pasaría si hubiera una falta de concentración al traducir.
Los sinónimos, definidos por la Rae como: «Dicho de una palabra o de una expresión: Que, respecto de otra, tiene el mismo significado o muy parecido, como empezar y comenzar. «. Los sinónimos necesitan mucha atención, porque a pesar de que significan lo mismo, también alteran en muchas ocasiones el sentimiento que el autor intenta transmitir a su audiencia. Por ejemplo, no da lo mismo decir «grande» que utilizar la palabra «gigantesco» en su lugar, ambos significan lo mismo, pero transmiten un mensaje más profundo que su significado, un mensaje emocional. Los traductores debe tener especial cuidado de no alterar las emociones que el autor transmite. Los sinónimos, para los traductores, son un aliado y un enemigo, deben de ser precavidos al usarlos.
La Rae define los homógrafos de la siguiente manera: «Dicho de una palabra: Que tiene la misma grafía que otra. Vino ‘bebida’ y vino ‘forma del verbo venir’ son términos homógrafos.». Esto es un obstáculo para la traducción, ya que para superarlo es necesario tener enfoque sobre el texto. Se debe tener presente el contexto en el que la palabra en cuestión es presentada, lo anterior con el fin de evitar traducir la palabra como su homógrafa, porque las palabras homógrafas no suelen ser compartidas por varios idiomas. Para evitar la confusión se requiere la atención del traductor.
Si el texto está escrito en prosa, no solo requiere la atención del traductor, también requiere de su ingenio. Una de las características de la prosa es que rima, pero algo puede rimar en un idioma y en el otro no. Por eso muchos textos poemas traducidos apenas y riman, pero si se comparan con su versión original se logra observar una rima superior. La misma situación aplica a textos antiguos, aunque haya en ellos palabras abandonadas por el lenguaje; estas palabras no se cambian, porque seguramente destruirían la rima y el sentimiento del autor. El traductor deberá procurar no solo mantener el significado y el sentimiento del texto, si no también deberá cuidar la rima y el ritmo del mismo.
La traducción, como dije antes, puede ser una ventaja, porque hace más numerosa a la audiencia; o bien un obstáculo, ya que las ideas se pueden distorsionar y cierta magia del texto original puede desaparecer. De las personas detrás de las traducciones depende que lo anterior no suceda. Su trabajo debe ser realizado con extrema precaución y precisión, por lo tanto su atención no puede flaquear.
S.A.. (S.F.). Traducciones de la biblia. 18/09/2019, de Biblica Sitio web: https://www.biblica.com/america-latina/biblia/preguntas-frecuentes/en-cuantos-idiomas-diferentes-se-ha-traducido-la-biblia/
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.2 en línea]. <https://dle.rae.es> [18/09/2019].