Este es el segundo texto del poeta colombiano Arturo Hernández, dedicado al pueblo mexicano, que aún siguen buscando a sus estudiantes. Mientras la noticia parece ya no replicarse en los medios internacionales con la misma fuerza que hace unas semanas.
"Todos somos una música para nadie,
una música de todos"
(Arturo Hernández)
La tragedia tiene formas,
formas crueles de parir.
La tragedia se alimenta
de los sin sentidos de los hombres.
Pero claro esté,
que "en México no hay tragedia;
todo se vuelve afrenta"
La tragedia es un puñado de muertos
(veintiocho); arrojados en una fosa común,
abandonados a la herrumbre,
sin siquiera preguntarse: ¿Quiénes eran?
Se habla del invierno de este septiembre:
De las manitos calavera de las horas de la noche
y el salto mortal hasta el mañana
en que las lindes de la muerte nos legaron
los ojos diluvios de abandonadas madres.
Se habla del invierno de Septiembre:
Del perfil apaleado de familias,
de las manos implorantes hacía el cielo,
de la mirada cálida de los más tristes abuelos
que se preguntan por el paradero de sus nietos.
Aquí campeo por la inmaterial esencia del recuerdo
pues, la tragedia marcha fría por las sendas del olvido,
bautizada por los sollozos de los que callaron.
¿Qué callaron?
Aquí campeo por el río del recuerdo
en cuyas aguas no anidará la tragedia
ni el silencio.
Arturo Hernández
( La Tragedia que quería Ser Silencio)
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