Juntando a Russell Crowe, Catherine Zeta Jones, y Mark Wahlberg, nada hacía presagiar, que la dirección de Allen Hughes, cayera en un piloto automático tan abrumador, que da sopor, y todo suena a ya visto.
Como digo, no puedo recomendarla, pero tampoco el no verla, pues puede pasar como puro entretenimiento si no tienes nada mejor que ver.