La trampa

Publicado el 28 noviembre 2011 por Abel Ros

La sumisión permanente de los Estados miembros a los dictámenes neoliberales de Merkel será la causante de la mayor Revolución de la Izquierda que tendrá lugar dentro de las fronteras artificiales de Europa.
Desde la crítica progresista, debemos hacer un llamamiento contundente a la indignación colectiva para solicitar a gritos el rescate de nuestros  Estados por encima de los mercados. La imposición de estos últimos a la voluntad popular, o dicho de otro modo, el golpe de poder  mediante la militarización de la oferta y la demanda, está siendo la grieta que terminará por asfixiar los pulmones encharcados de la libertad política occidental.

Los pronósticos catastróficos de la OCDE con respecto al paro para el próximo año vaticinan los metros de pancarta que colapsarán las calles y avenidas en la España triste del presente. La falta de ética kantiana causada por la incoherencia entre los silencios de la oposición y los hechos actuará como arma destructiva en el sólido poder del nuevo ciclo marianista. La crítica destructiva y populista a las políticas de Zapatero por parte de la bancada azul conservadora será la trampa que impedirá a Rajoy terminar su contrato de cuatro años como inquilino de la Moncloa. El rodillo azul tendrá dificultades para dar una nueva pasada al deterioro futuro de su fachada.

Los mercados serán las olas que destaparán la verdad de las arenas demagógicas de la derecha. Los datos reiterados de la EPA y las tijeras exacerbadas de Europa pondrán sobre el asfalto cientos de metros de pancarta que marcarán los inicios de la revolución de la izquierda. La frustración electoral por la búsqueda de soluciones en frentes equivocados y la ausencia de grúas en la España de Rajoy serán las causantes del desahucio forzoso de Mariano en su incómodo cheque popular. La visualización en un horizonte temprano de un número superior a cinco millones de parados sin tener a ZP para lanzarle los dardos envenenados de los males existenciales precipitará al vacío los cimientos ideológicos neoliberales y la toma de conciencia colectiva de repulsa europea.

Este sentimiento social será la razón para la regeneración de la izquierda y la puesta en práctica de un cambio ideológico que anteponga la supervivencia de los Estados a las exigencias competitivas de los mercados. Las exigencias del cambio de modelo político conseguirán devolver a los políticos la libertad perdida durante los años de prisión en una cárcel llamada Europa.
A día de hoy, el político soberano elegido libremente mediante el escrutinio de las papeletas de ayer ha pasado a ocupar el rol de mando intermedio en los cuadros directivos del poder europeo. Hoy los políticos han pasado a ser los “jefecillos” de millones de subordinados cuyo poder de control viene determinado por las decisiones de sus directivos de arriba. La ausencia de libertad que supone la escenificación del rol de mando intermedio en la empresa  europea impide gobernar la casa con  libertad. Los mercados, o dicho de otro modo, los cuadros directivos de Europa han sustituido a los “jefecillos emocionales de Grecia e Italia” por tecnócratas racionales sin la legitimización civil de su poder. En España, probablemente Rajoy, será sustituido antes de salir de su trinchera por la supremacía “merkeliana”. La izquierda deberá levantarse para impedir arrodillarse ante un nuevo “Tejero” llamado Mercado.

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