Revista Opinión

La trampa de la justicia y el ¿por qué a mi?

Publicado el 21 enero 2015 por Criminologa92

La trampa de la justicia y el ¿por qué a mi? Hoy me permito copiaros parte de un capítulo del conocido libro " tus zonas erróneas" de Wayne W. Dyer en su capítulo " la trampa de la justicia ", capítulo que podemos aplicarlo a aquellos casos en que las cosas no salieron como uno quería. Para conectarlo después con Stephen Hawkins y su particular caso.

Si el mundo estuviera tan organizado que todo tuviera que ser justo, no habría criatura viviente que pudiera sobrevivir ni un solo día.

-Estamos condicionados a buscar justicia en esta vida; y cuando no lo conseguimos sentimos enfado, ansiedad o frustración. La justicia no existe. Nunca ha existido y jamás existirá. Simplemente el mundo no ha sido organizado de esa manera: . Los gorriones comen gusanos, y esto no es justo para los gusanos; las arañas comen moscas y esto no es justo para las moscas; los cuguares matan coyotes, los coyotes matan tejones, los tejones matan ratones, y los ratones matan insectos... ninguno de ellos encontraría justo que pudiesen ser matados por otros seres. La trampa de la justicia y el ¿por qué a mi? Los tornados, las inundaciones, los maremotos, las seguías, todas ellas son injustas. El mundo y la gente que vive en él son injustos todos los días. Tú puedes escoger ser feliz o ser desgraciado, pero esta elección nada tiene que ver con la falta de justicia que veas a tu alrededor. Nuestra cultura promete justicia. -Los políticos se refieren a ella en todos sus discursos " necesitamos igualdad y justicia para todos". Sin embargo día tras día, más aún siglo tras siglo, la falta de justicia continúa. Pobreza, guerras, crímenes, prostitución, drogas y asesinatos siguen sucediéndose generación tras generación, tanto en la vida pública como en la privada. Y si la historia de la humanidad puede servirnos de guía, seguirán sucediéndose.

Entonces pienso en esta misma noche. Mientras daba vueltas tras despertarme numerosas veces a causa de la fiebre y molestias varias. Pensaba en la importancia de la salud y en lo que podría cambiar la vida cualquier cambio o enfermedad. Y pensaba en Stephen Hawkins (puesto que estoy enganchada a su libro "Historia del tiempo") y en cómo, de repente, un día, éste debió de comenzar a sufrir una paulatina degeneración de su cuerpo. Me imaginaba cómo día tras día experimentaba cambios en su cuerpo, hasta llegar al punto vegetativo en que se encuentra. Pensaba en lo jodidamente injusto que era el presenciar tu propia degeneración, día tras día, y en el sufrimiento que este hombre y su familia ha debido de experimentar. Entonces pienso en todo lo que ha hecho desde que le diagnosticaron la enfermedad, la ilusión que tenía por vivir, por descubrir y dar al mundo; y pienso en sus palabras de agradecimiento a la vida: a que haya podido continuar viviendo tantos años (cuando le diagnosticaron que moriría en los dos años próximos a 1963), o a que no haya precisado de su cuerpo apenas para desarrollar sus teorías y estudios. La trampa de la justicia y el ¿por qué a mi? Finalmente pienso en aquellas personas cercanas y lejanas que se quejan de la situación del país, de las decisiones que han tomado, de la casa en la que viven, de las relaciones o el trabajo que tienen y que creen que su situación es injusta. ¿Realmente lo es? Y si lo es.. ¿cambiaría esta situación la auto lamentación? Hawkins es un ejemplo, un ídolo, y no creo que todo el mundo pueda tener esa entereza, pero si algo demuestra es que uno decide su destino y cómo sentirse ante sus circunstancias.

Desde aquí le envío mi más profundo respeto. Por su persona, por sus descubrimientos, y por sus palabras que persisten en mi cabeza de madrugada.

¿EMPEZAMOS? decisiones, justicia, stephen hawkins, zonas erróneas

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