Miranda es una gran jugadora de fútbol que ha sabido regatear los problemas de la vida para acabar metiendo el mayor gol de su carrea. Salman después de una operación de reasignación de sexo, se ha convertido en la mujer que siempre había querido ser, incluso cuando jugaba en la liga masculina de primera división con los Coyotes Neza.
En el 2009, tras la operación, se reincorporó al fútbol para jugar en el equipo Trigay, en el que ha llegado a ser reconocida como la mejor jugadora del mundo por la Federación Internacional de Fútbol Gay.
Para Miranda Salman se abre un nuevo capítulo, en el que lucha por olvidar la discriminación que sufrió en la división masculina, que según ella misma "era muy difícil tener que soportar las burlas y los comentarios machistas".