El 12 de mayo se celebra el Día Europeo de las Pymes, en un año marcado por una tímida recuperación económica tras superar los momentos más duros de la pandemia y por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que ha conducido a una subida de los costes y a una inflación generalizada.
Prueba de ello es que a cierre del año 2021 la deuda de las pymes se ha elevado hasta alcanzar los 279.808 millones de euros, es decir, un 17,3 % más en términos interanuales respecto al año anterior. En concreto, el Barómetro sobre la Morosidad de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa de (CEPYME) revela que ésta se ha elevado para el 20 % de las pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, respecto a la inflación, el mismo barómetro destaca que, durante los primeros meses del año, ha habido un fuerte impacto sobre las pymes, teniendo en cuenta la actual crisis de precios que afecta a un 96 % de las pequeñas y medianas empresas.
Verne Group considera que la actual situación que atraviesan las pymes está ligada ineludiblemente a los procesos de digitalización. Según Gianni Cecchin, CEO de Verne Technology Group, “la necesidad de resistir ha llevado a las empresas españolas a enfrentarse a una digitalización urgente y a someterse a fuertes cambios organizacionales y de adaptación en los dos últimos años. Pero al hacerlo de una forma tan repentina, muchas han confundido el uso de la tecnología con lo que implica una transformación digital de verdad, que va más allá del uso tecnológico y que implica un cambio de mentalidad y de la forma de hacer las cosas”.
Según un reciente estudio realizado por CEPYME y Randstad, existe una escasez de mano de obra en las pequeñas y medianas empresas, que están siendo las más golpeadas por el déficit de trabajadores. Según el estudio, cerca de 109.000 vacantes se encuentran sin cubrir en el mercado laboral español, siendo la mayor parte de ellas en las pymes. El INE, por su parte, afirma además que, el 70 % de las vacantes en el país se encuentra en empresas de menos de 200 trabajadores.
Antonio Soto, director de Verne Tech, división de tecnologías emergentes de Verne Group, señala que “uno de los retos a los que se enfrentan las pymes es la falta de formación e información relativa al desarrollo digital, especialmente aquella formación dirigida a sus profesionales. Actualmente la formación en competencias digitales, como las que se tienen en cuenta desde Verne Academy, es clave para poder transformar la información en conocimiento y así tomar mejores decisiones empresariales”. De hecho, desde Verne Tech y con el apoyo de Verne Academy, la compañía está impulsando diferentes formaciones para mostrar los beneficios de contar con herramientas y tecnologías punteras. Como es el caso de los talleres sobre tecnologías de Microsoft, ‘Modern Workplace’, que aborda el uso de las distintas herramientas que incluye la suite de productividad Microsoft 365. Estos talleres, oficiales y aprobados por Microsoft, forman parte de la campaña formativa de Verne Group, como agente digitalizador para las pymes.
Desde Verne Group se señala también, “la urgencia de digitalizar a las pymes era evidente ya antes de la pandemia”. Sin embargo, solo el 14 % de las pymes contaba con un plan de digitalización o estaba en ello, según el Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión Europea. Además, los últimos datos del Gobierno indican que menos del 30 % de las 157.000 empresas de entre 10 y 49 trabajadores que pueden acudir a la primera convocatoria del Kit Digital, han presentado solicitudes para poder transformarse.
“Contar con una correcta estrategia de digitalización es fundamental para las empresas y su resiliencia. Digitalizar ciertos procesos o adentrarse en esta transición sin tener claro el porqué, el para qué y el cómo, no sirve de nada. Se necesitan unos objetivos y una hoja de ruta para que el desarrollo digital que se realice tenga sentido y ofrezca resultados positivos”, concluye Gianni Cecchin.
Verne Group destaca los 7 retos en el proceso de digitalización de una pyme
- Formarse en digitalización y a través de ella teniendo en cuenta que la transformación digital del tejido empresarial, económico y social debe ir acompañada de una transformación en las personas que lo conforman. Es decir, no sólo debe ser prioritaria la digitalización de la empresa, sino también aplicar un cambio de mentalidad en la forma de trabjar y relacionarse en los equipos.
- Fomentar el conocimiento y las habilidades en STEM -que recoge las áreas de conocimiento en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-, son fundamentales para el desarrollo y a la vez las menos estudiadas por los jóvenes.
- La brecha digital entre trabajadores y las empresas, algo que afecta a todos como sociedad y que ya la Naciones Unidas recoge como uno de sus principales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Optimizar la inversión en las tecnologías requeridas en cada fase del proceso de digitalización. La mayor parte de las soluciones de digitalización actuales son escalables y modulables, lo que hace que las inversiones no necesariamente tengan de ser cuantiosas.
- Servirse de la innovación y la tecnología para proponer a los clientes soluciones competitivas que los fidelicen.
- Apoyarse en la tecnología, la información y los datos para un mayor control de los procesos operativos y productivos de la compañía, y para facilitar la toma de decisiones como ventaja competitiva dentro del mercado.
- Apostar por la seguridad del negocio frente a las ciber amenazas del mundo digital con herramientas que protejan los datos.
En este contexto cabe destacar que España destinará el 33 % de los fondos europeos a proyectos de digitalización, algo que puede dinamizar muchos proyectos potenciales para las pymes, sobre todo en un contexto de crisis económica.
Fuente Comunicae