Secuestros, manuscritos misteriosos, negociantes aterradores, desiguales duelos, secretos inconfesables, damas en apuros y hasta un asesinato, nos trasladan, con un toque de humor, al mundo decimonónico.
Marías tira del hilo y nos lleva de una intriga a otra recreándose en la trama laberíntica. Nos mantiene en vilo esperando respuestas al modo de los folletones perodísticos por entregas de la época: mañana se lo contaré..., pero ese mañana, no llega.
Este cariñoso y burlón homenaje a las grandes novelas de finales del XIX, nos ofrece una inolvidable aventura marítima, en la que el autor hace gala de su maestría y de su dominio de las técnicas narrativas. Si te embarcas con él, lo pasarás en grande!