Gus Van Sant es uno de los directores más polémicos, sus trabajos contienen ese tinte comercial que tanto acepta la academia y el público, y que se reduce al determinismo casi siempre del manejo de la cámara estilo comercial, de forma tal que sus filmes parecen estar dispuestos siempre para la cartelera, sin embargo, al lado de este tecnicismo favorable, Gus Van Sant promueve su experimentalismo tan de siempre, es ahí donde sus películas se convierten en únicas, en piezas que denotan estrafalarios argumentos, tramas y desenlaces. Películas como "Mi nombre es Harvey Milk", "Paranoid Park", "Descubriendo a Forrester", "El indomable Will Hunting" o "Todo por un sueño"; se enmarcan dentro de este estilo; dentro de el sello cadente, casi hipnótico con el cual suele ofrecer una historia. Las características principales de sus filmes se basa en esa particular extrañeza que les imprime, al contrario de David Lynch donde todo es enfermizo o atrozmente caótico, en Van Sant, las narraciones prolijan en cotidianidades que se van destilando hacia ordinarios encuentros con lo inusual, no con lo raro o lo fantástico, el cine de Van Sant, no escapa a la realidad, más bien la somete a sus trastornos.Por eso la violencia, el desamparo, la perdida de la lucidez o el odio son las principales configuraciones con las cuales desentraña y nos pone ante nuestros ojos la bestia humana.En su trilogía de la muerte, conjunto de un grupo de películas casi consecutivas, que el público denostó con tal calificativo por conllevar el sello valores morales y sociales similares, Gus, nos presenta la tesis no de la muerte sino del problema base de la muerte, Gus Van Sant, filosofa la muerte desde su sentido tanático más elevado, desde su especie más agónica y más íntima, la muerte como "situación limite", como extremo, como última salida.la posición mortal desde la que postula su esteticismo escatológico emana de la soledad y de ese rara plataforma intelectual que empuja hacia la acción inminente y que se resume en la negación de la vida.En este sentido sus tres proposiciones tienen como figura central el ejercicio de un poder que escapa a toda coacción.No hay ninguna salida parece susurrarnos cada una de los tres dramas con los que Gus van sant sienta su versión de la muerte, pero parece que en ese susurro también dijera que la muerte también, es la única salida.Gerry (2002)
Gus Van Sant es uno de los directores más polémicos, sus trabajos contienen ese tinte comercial que tanto acepta la academia y el público, y que se reduce al determinismo casi siempre del manejo de la cámara estilo comercial, de forma tal que sus filmes parecen estar dispuestos siempre para la cartelera, sin embargo, al lado de este tecnicismo favorable, Gus Van Sant promueve su experimentalismo tan de siempre, es ahí donde sus películas se convierten en únicas, en piezas que denotan estrafalarios argumentos, tramas y desenlaces. Películas como "Mi nombre es Harvey Milk", "Paranoid Park", "Descubriendo a Forrester", "El indomable Will Hunting" o "Todo por un sueño"; se enmarcan dentro de este estilo; dentro de el sello cadente, casi hipnótico con el cual suele ofrecer una historia. Las características principales de sus filmes se basa en esa particular extrañeza que les imprime, al contrario de David Lynch donde todo es enfermizo o atrozmente caótico, en Van Sant, las narraciones prolijan en cotidianidades que se van destilando hacia ordinarios encuentros con lo inusual, no con lo raro o lo fantástico, el cine de Van Sant, no escapa a la realidad, más bien la somete a sus trastornos.Por eso la violencia, el desamparo, la perdida de la lucidez o el odio son las principales configuraciones con las cuales desentraña y nos pone ante nuestros ojos la bestia humana.En su trilogía de la muerte, conjunto de un grupo de películas casi consecutivas, que el público denostó con tal calificativo por conllevar el sello valores morales y sociales similares, Gus, nos presenta la tesis no de la muerte sino del problema base de la muerte, Gus Van Sant, filosofa la muerte desde su sentido tanático más elevado, desde su especie más agónica y más íntima, la muerte como "situación limite", como extremo, como última salida.la posición mortal desde la que postula su esteticismo escatológico emana de la soledad y de ese rara plataforma intelectual que empuja hacia la acción inminente y que se resume en la negación de la vida.En este sentido sus tres proposiciones tienen como figura central el ejercicio de un poder que escapa a toda coacción.No hay ninguna salida parece susurrarnos cada una de los tres dramas con los que Gus van sant sienta su versión de la muerte, pero parece que en ese susurro también dijera que la muerte también, es la única salida.Gerry (2002)