Tremenda decepción con este libro del gran escritor Paul Auster. Antes de leerlo vi que era uno de sus libros más aclamados porque las tres novelas cortas constituían una obra metafísica importante en su carrera. También está dentro de la lista de los 1001 libros que hay que leer antes de morir, que no es motivo de que te vaya a gustar un libro (véase Veronika decide morir, La ignorancia o El intocable, que están incluidos en tal lista pero que no me han matado) pero que deben estar ahí por algo: sea la crítica, la buena acogida de los lectores o su calidad.
El hecho es que los tres relatos me han parecido enrevesados, he perdido el hilo en muchos momentos de lo que me estaba contando teniendo que volver así atrás y repasar -lo que ralentiza mucho la lectura y te llega a aburrir-, me daba la sensación de que no era el momento de leerlo. A lo mejor dentro de unos años me retracto, pero hoy por hoy no me ha gustado.
Esta trilogía se divide en tres pequeñas novelas como digo: La ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Para mí la última de ellas ha sido la más interesante o completa en su totalidad seguida de La ciudad de cristal y finalmente, Fantasmas que me ha parecido mala.
En La ciudad de cristal Quinn, un novelista de novelas de misterio, recibe una llamada errada en casa preguntando por el detective Paul Auster y finalmente decide hacerse pasar por él y llevar a cabo una investigación. No os destriparé lo que sucede en la historia pero quería destacar la paranoia tan enorme cuando conversa con Peter y cuando persigue a su padre junto con el final descafeinado y extravagante. Lo que más me ha gustado ha sido todas las referencias a la literatura que hace, destacando cuando habla del Quijote y sobre la Torre de Babel, que me han parecido brillantes. Si no hubiera sido por la mitad de la historia en adelante me hubiera gustado mucho.
Después le sigue Fantasmas que aunque también empieza bien, después me pareció totalmente surrealista. También gira en torno a la investigación pero en este caso hay un lío de narices y no sé sabe quién persigue a quién. También la cosa se complica ya que los personajes se llaman Azul, Negro, Blanco... ya os podéis imaginar lo que pude tardar en leerme un relato de apenas 60 páginas.
Y finalmente, La trilogía de Nueva York concluye con La habitación cerrada que es el que más me ha llamado la atención, me gustó la idea que utiliza Auster del reemplazo de identidad y que es la que más misterio y sorpresa ofrece.
En fin, es muy buen escritor pero en este libro no he encontrado casi nada sugerente, prefiero sus historias menos rebuscadas, que traten del azar pero un azar concreto y que no me líen. A lo mejor es un texto con valor metafísico y filosófico pero me he agobiado tanto que no lo he encontrado.
Nota: 5'5
Lo mejor: Todas las referencias literarias que se hacen: Emerson, Cervantes, Whitman, Thoreau...
Lo peor: No he sacado mucho en claro del libro en general. Si hubiera sido el primero que leo de Auster posiblemente no le hubiera dado otra oportunidad. Se me ha hecho muy largo.