La triste de la sister

Publicado el 27 octubre 2014 por Lya
Aviso: destripes varios y múltiples sobre el S05E06 de Downton Abbey.
Di que sí, Mary. Di que sí. Que tu hermana es una siesa y una aguafiestas. Que apareces tú con tu nuevo corte de pelo, creado ex professo para dar en las narices a Lord Tony,-que ya no lo quieres, no, pero qué bien sienta lo de verles sufrir, ahí, arrastrados-, pues eso, que estás tú tan mona y tan moderna años 20 con tu peinado y tiene que venir la otra, vestida de negro como un grajo y te forma escena muy de casa de Bernarda Alba. Que si se le ha muerto el novio aquel que tuvo, del que ya ni os acordáis porque, total, ¿cuánto hace que desapareció? Hombre, por favor, que tú también tienes lo tuyo pasado -ese rubio de nuestras entretelas- y ahí estás, tan estupenda y festiva como siempre, que a ti no te amarga nadie el papel de pura Lady brit. Habrase visto. La triste de tu sister
Una incomprendida, eso es lo que eres. Ya lo digo yo siempre. 
Y encima la grajo va y desaparece. Y la que se va a formar cuando se descubra el pastel con niña incluida. Mary, como tú nadie, ya lo digo yo siempre. Que eres una chica de hoy en día y ya procuraste tú no quedar con regalito tras tu noche de amour fou con Lord Tony. Ahora la que paga el resultado es la pobre de Ana, tu doncella, pero, anyway. A fin de cuentas lo de los Bates ya no se puede soportar más, así que a ver si rompen, los meten en la cárcel o algo. 
Tampoco se aguanta mucho más lo de Barrow, que de esto no te habrás tú enterado, pero ya lo cuento yo. Lo esencial: que no se muere. Y que la razón de sus ojeras y su mal cuerpo era un forúnculo tamaño peñón de Gibraltar en el culo. Sí, yo también creo que el señor Fellowes a veces se ríe de nosotros. Eso, o que cumple mucho nuestros deseos, porque, ya que no se lo va a cargar, qué menos que una de las maldiciones más crueles que pueden existir. Grano. Pus. Culo. Barrow. Yeeepa. 
Vale, esa era la razón más, digamos, ardorosa de sus males. En realidad es que el chico quiere ser hetero y no le sale, y anda con mucho sufrir desde que se le fue James, así que se ha dedicado a darse electroshocks y meterse chutes de vaya usted a saber qué, con el consiguiente resultado del granaco en el mencionado lugar. Lo de si era necesario mostrarnos tal imagen o no, en una serie que se caracteriza por su finura, ya lo dejo para otro momento, que acabo de comer. 
Lo que yo quería destacar de este capítulo era, de todos modos, la ración de amor yayil que nos dio. Que si cousin Isobel que se nos casa con Lord Merton (BIEN), que si el príncipe Igor declarándose a lady Violet, que se nos cayeron las underpants a todas (momentazo), que si Mrs. Hughes y Carlson que siguen roneando en su línea... Lo dicho, yayolove is in the air. Y qué gusto, oiga. 
Eso sí, no seré yo la que diga que Lady Violet tiene más éxito en su vida amorosa que su nieta, la descarriada. No alcanzaré cotas tan crueles en este comentario, no. 
En fin, que sólo nos quedan dos capítulos para que termine la temporada downtoniana y vivo sin vivir en mí, sobre todo por lo que sucederá con Isis, la perrita. Mire, señor Fellowes, yo le he perdonado todo, pero si esa perra ha aguantado, qué sepamos, doce años de idas y venidas de la familia, ¿QUÉ LE CUESTA DEJARLA TAL Y COMO ESTÁ? 
#PRAYFORISIS #TENGOMIEDO #LOQUESEAMENOSLAPERRA 

Isis, guapa....