La tumba de las luciérnagas. Akiyuri Nosaka

Publicado el 20 mayo 2014 por Mientrasleo @MientrasleoS


     "Estaba en la estación Sannomiyam, lado playa, de los ferrocarriles nacionales, el cuerpo hecho un ovillo, recostado en una columna de hormigón desnuda, desprovista de azulejos, sentado en el suelo, las piernas extendidas; aunque el sol le había requemado la piel, aunque no se había lavado en un mes, las mejillas demacradas de Seita se hundían en la palidez..."
     Esta vez confieso que conocí el libro tras haber visto su adaptación a la pantalla, una película de animación que me dejó pensando durante mucho tiempo. No sería hasta hace unos meses que me enteré de la existencia de este libro que incluye dos relatos del autor, así que tenía que hacerme con él. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La tumba de las luciérnagas.
     Como comentaba, este libro contiene dos relatos del autor. En uno de ellos, Las algas americanas, nos cuenta la visita de un matrimonio de jubilados estadounidenses a Japón. Han pasado veinte años desde el fin de la guerra y será el anfitrión japones de este matrimonio quien nos cuente la visita y las diferencias culturales que van tropezándose durante la misma mientras que la sombra de la guerra no deja de planear entre recuerdos. El otro relato es ya La tumba de las luciérnagas. Es la historia de dos niños durante la guerra. Dos niños que pierden a su familia y que padecen hambre hasta sus extremos más trágicos mientras pierden motivos por sobrevivir. Es, en definitiva, la historia de Seita y Setsuko, dos nombres difíciles de olvidar para quien lea la historia.
     Una de las cosas que más me han llamado la atención de este libro es la naturalidad con la que escribe su autor. No necesita buscar dramatismos para que el lector se sienta conmovido por sus historias. Percibimos perfectamente los sentimientos que despiertan sus palabras y, en el caso de La tumba, eso lo hace más terrible aún. Un niño que acepta con naturalidad una guerra y sus consecuencias es con toda seguridad una de las cosas más trágicas que pueden suceder en nuestra sociedad. Es cierto que soy crítica muchas veces con este tipo de historias claramente enfocadas para buscar la sensiblería, pero en este caso, y posiblemente por el paralelismo con la vida del autor cuya hermana murió de hambre, huye de dramatismos innecesarios. Supongo que pensó que bastantes encerraban los hechos y por eso no los adornó creando esa sensación de irrealidad que destilan muchas obras.
     Nos habla también de costumbres japonesas, de la mirada que ponían en la forma de vida norteamericana y de las heridas de la guerra en una sociedad que sigue dando importancia a costumbres y cortesías. Nos habla en realidad e muchas cosas y aún así serán las que no dice sino que muestra las que permanecerán en nuestra memoria durante mucho tiempo.
     Puede que os parezca una historia dura, pero indudablemente han pasado mil como esta en el mundo, y mirar hacia otro lado no hace que desaparezcan. Y esa es una de las reflexiones que, como lectora, tuve una y otra vez mientras leía estos relatos. Un descubrimiento, incluso conociendo la historia de antemano. No puedo dejar de recomendaros que os acerquéis a este título.
      Ayer no os pregunté, así que decidme, ¿qué libro tenéis entre manos?
     Gracias