La entidad universitaria cuenta entre otras partes, con el fémur completo del animal, de aproximadamente 15 kilos, y que se estima tenía 15 años de edad al momento en que por alguna razón murió a las faldas del Cerro de Chapultepec en la Ciudad de México.
Ahora, el laboratorio de arqueología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades liderados por el doctor en arqueología Gilberto Pérez Roldan en colaboración con estudiantes de la licenciatura en arqueología y de alumnos de la licenciatura en restauración de bienes muebles de la Facultad del Hábitat, iniciaron el proceso de restauración de las piezas, que son de interés nacional y que conforman parte del patrimonio arqueológico de la nación.
El proceso lleva siete meses de trabajo, comprende labores de restauración que realizan estudiantes de la Facultad del Hábitat, y lleva un avance importante pues se espera que en unos meses ensamblen el total de piezas.
El material arqueológico está siendo investigado por los especialistas de la arqueología así como por estudiantes y estará cumpliendo un año de estancia en la UASLP a finales de este diciembre del 2015.
El investigador universitario Gilberto Pérez Roldán destaco que la entidad posee en comodato, la parte del cuello del mamut conocido como el atlas, que sostienen la cabeza, la enorme pieza no está desintegrada pese a su antigüedad.
El catedrático estimó que por el tamaño de las piezas el mamut se trató de un animal adolescente, pues aproximadamente se calcula que antes de morir tenía 15 años tratándose de un joven animal, debido a que estos mantenían un promedio de vida de 80 años.
A decir del catedrático algunos de los huesos aún presentan partes cartilaginosas, además la donación comprende algunos huesos en buen estado de la caja torácica, y también algunas costillas, esta última pieza puede llegar a medir hasta un metro y medio y están en restauración.
El especialista destacó que el material que se está utilizando para el pegado de las piezas aún está en definición, pues se pretende que se utilice un pegamento no agresivo para el hueso, ya que de no realizar una correcta selección del químico, se puede llegar a perder el material orgánico que aún mantiene el hueso.
Destacó que es fundamental que se elija un pegamento especial y adecuado en donde sólo con varios estudios que aún realizan especialistas de la restauración, se puede llegar a una elección correcta pues algunos pegamentos, pueden provocar fracturas y no permitir la conservación.
El material del mamut, le llegó a la facultad en bruto y aunque se colocó en una caja con una cama de esponja especial, el traslado fue complicado, sin embargo pese a ello las piezas llegaron sanas y sin fracturas provocadas por el traslado.
Por otro lado, la parte de la defensa del mamut es totalmente de marfil y se ha podido conocer que se localizó húmeda al momento del hallazgo, y aunque los arqueólogos que la localizaron la dejaron secar, las tres piezas en las que se partió esta defensa, llegaron húmedas a la facultad húmeda; por ello ahora se trabaja en ellas colocando un baño de formol, para que pueda secar sin problemas y esto permita la unión en el futuro.
El catedrático Pérez Roldan destacó que la punta de la defensa presenta evidencias de haber sido golpeada para poder extraerle marfil a través de una cuña, además se ha podido conocer que a través de golpes de cincel, se intentó desenterrar el marfil y extraer parte de este. Solamente la defensa del animal, mide dos metros y medio.
Finalmente el arqueólogo universitario dijo que está proyectado que en unos meses se pueda lograr unir y montar todas las piezas de este milenario animal, para lograr la reconstrucción del mismo.
Apuntó que el mismo convenio otorgado a la UASLP, permite exponer estas piezas ante la sociedad, en donde se explique lo que representan para la República Mexicana.