Amadeu Altafaj Tardió es el Portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios en la CE. En plena vorágine de la crisis de las deudas soberanas de los Estados miembros, nos explica el paquete de medidas con el que se está dotando la UE para fortalecer el escenario económico común.
“Lo fundamental, -explica Altafaj-, son las reglas de juego y que los jugadores las respeten. Cuandoel árbitro pita una falta el juego se debe detener y aplicarse la sanción correspondiente. Pero este escenario que se ve tan claramente en algunos ámbitos, en materia económica en Europa hasta ahora no ha funcionado. Hemos tenido un nivel de integración monetaria muy elevado pero una coordinación muy débil de las políticas económicas. Este es el tema principal de la reforma que se ha hecho de la gobernanza europea y que ha de entrar en vigor el próximo mes de diciembre”.
Altafaj se refiere al no cumplimiento del compromiso de los 27 Estados miembros de la UE que están obligados a regular sus políticas monetarias y fiscales para evitar endeudamientos excesivos. En particular, lo establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y sustentado en el artículo 121 del Tratado de la UE que fija que cada año los 27 Gobiernos presenten en sus presupuestos anuales las medidas que consideren necesarias para cumplir con sus objetivos de medio plazo en sus programas de estabilidad o convergencia, una norma que ha sido incumplida en la práctica.
Es por eso que ahora se establecerá “una vigilancia presupuestaria que ya existía pero que se ejercerá más por anticipación con unas sanciones que quieren ser disuasivas y creíbles y unas decisiones sobre las sanciones que estén menos sometidas a los negocios entre los Estados miembros. Que cuando haya una infracción lo normal sea una penalización”.
Explica el catalán cómo se orquestará. “La Comisión como guardián de los Tratados comunitarios deberá ser quien sancione cuando exista la constatación de una desviación. Primero se emitirá una recomendación y si no se rectifica se procederá a la aplicación de la sanción correspondiente”.
Este sistema de control preventivo es conocido como el six pack que “extiende la vigilancia no solo a los presupuestos de las cuentas públicas sino también a las políticas económicas de tal manera que cuando se produzcan desequilibrios importantes que aumenten como puede ser el desarrollo de una burbuja financiera, desequilibrios comerciales crecientes, pérdidas crónicas de competitividad a las que no se ponga remedio, etc. se podrá abrir un procedimiento contra un país que puede desembocar si no hay correcciones en sanciones”.
El six pack se refiere a un paquete de seis directivas y normas sobre áreas como los défictis presupuestarios, los niveles de gasto y de impuestos entre otros, con el objetivo de proteger la estabilidad financiera en la eurozona. “Y es que lo que sucede en cualquier estado de la zona euro tiene un impacto en el resto de los socios comunitarios como se ha podido contestar estas últimas semanas.Por ejemplo, los problemas de Grecia que es una economía que por su volumen representa en torno al 3% del PIB de la zona euro pero en cambio las consecuencias de la crisis en Grecia son enormes en todos sus socios europeos”.
Las sanciones podrán llegar a ser del 0,1% del PIB de cada país e, incluso del 0,2% si las desviaciones se producen en ámbitos esenciales como sería sobrepasar el límite del 60% en la emisión de deuda.
Aparte de esta línea de control presupuestario y de desequilibrios macroeconómicos, Altafaj explica que el desarrollo de la gobernanza otras área de actuación. “La gobernanza sirve también para reforzar las instituciones que la han de administrar. Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro han decidido que van a tener reuniones periódicas que hasta la fecha no existían, darle más poderes al presidente de la UE, Herman Van Rompuy, en el seno del Consejo. Por otro lado, la Comisión Europea al reforzarse las reglas sale más reforzada para ejercer la labor de guardián de los Tratados de una forma más determinante”.