Entre los días 14 y 15 de mayo tuvo lugar la Batalla de Poljana, en la actual Eslovenia. En la batalla se enfrentaron los partisanos yugoslavos a más de 30.000 colaboradores de los nazis y tropas de la Wehrmacht que intentaban escapar a una zona controlada por los británicos de Austria y que se habían separado de las unidades del general austriaco Alexander Lohr que ya se había entregado a los partisanos, el 9 de mayo, después de estar superados en número, cuando se acercaron a los puestos fronterizos controlados por el Ejército Partisano Yugoslavo. Los colaboradores de los nazis eran una mezcla de croatas, eslovenos y Chetniks de Serbia/Montenegro que previamente se habían enfrentado a la Guardia croata y huían del avance paisano.
En la tarde del 14 de mayo 1945 comenzó la lucha y continuó durante el resto del día. Hubo tiroteos y bombardeos durante toda la noche hasta entrada la mañana del 15 de mayo cuando la batalla se paró momentáneamente tras la llegada de una unidad blindada británica formada por 20 tanques, y comenzaron a negociar la rendición. Principalmente los Chetniks, no estaban dispuestos a rendirse sin condiciones. Querían permiso para cruzar, pero el ejército británico fue tajante. No lo podían permitir y una rendición incondicional era la única solución posible para los colaboradores. Finalmente alrededor de las 16:00 horas comenzaron a ondear las banderas blancas en las columnas de soldados y el Ejército Partisano tomó el control de toda la situación.
Durante las 24 horas de intensos combates más de 310 colaboradores de los nazis murieron y 250 resultaron gravemente heridos. En el lado partisano las bajas eran menos de un centenar de muertos y heridos. Con esto, por fin, terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Fuente:
Sputnik
Wikipedia/Bundesarchiv
WW2 Database
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