La última canción buena de Red Hot Chili Peppers fue

Por David Gallardo @mercadeopop

Cuesta un montón trazar una línea roja para cualquier cosa en la vida. Pero hemos venido a jugar y la vamos a pintar bien brillante y bien roja. Vamos a determinar cual fue la última canción buena de Red Hot Chili Peppers.

A ver. Ya lo hicimos con U2, con Bon Jovi y con los Killers. Es solo eso: un juego. Siempre veo la misma imagen: estamos en 'Alta fidelidad' y perdemos la cabeza por completo con los temazos. Esa es la idea, no sentar cátedra.

Pues nada. Que a mí me pasa que los primeros discos mega funkeros y loqueros se me hacen un poco bola. Molan todo. Pero hasta el 'Mother's milk' no creáis que les cojo del todo el rollo. Y mira que me gustan Living Colour. No tiene quizás nada que ver, pero eso: cita requerida.

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O sea, molan 'True men don't kill coyotes' y esas porque es un desparrame. Eso es formidable. Luego 'Fight like a brave' estaba en un Tony Hawk que me pasé entero en la Play. Lo juro. Menudo vicio. Aquellos años tienen un valor total en Red Hot Chili Peppers en la búsqueda de su sonido. Hay mucha buena mierda ahí. Está hasta 'Magic Johnson'.

Por edad, a mí me volaron la cabeza los Red Hot con 'Blood sugar sex magik'. Otro disco emblema de 1991. Otro. El enésimo. Ahí ya sí entramos a saco todos. ¿Cómo demonios resistirse? Hablamos de 'Give it away', por supuesto, jitazo. Y de ' Under the bridge', otro jitazo. Tan grande que casi podríamos dejarlo aquí y estaría bien. Droga, lujuria y funk metal. ¿Qué puede salir mal?

A título personal, me flipan 'The power of equality' o 'Naked in the rain'. Mucho. Ah y 'Suck my kiss'. Esa deriva rotunda me priva. Se trata de un disco incontestable y que parecía imposible superar. Curioso, pues realmente lo pareció cuando Dave Navarro entró por John Frusciante y se marcaron el regulero 'One hot minute'. Pero lo hicieron cuando John regresó.

Fue entonces, ya en 1999, cuando lanzaron esa cosa llamada ' Californication'. La serie del mismo título es mi favorita de siempre, necesito más de Hank Moody. Yo creo que este disco fija ya para siempre lo que serán Red Hot Chili Peppers para toda la eternidad. No en vano, vendieron como 20 millones de copias.

Y sí, claro, lo escuchamos todos. Es menos funky, es más pop, pero sigue siendo funky y también hay mucho rock. Es más radio friendly, pero es que la concateniación de temazos es abrumadora. Da hasta cosica ponerse a enumerarlas a estas alturas, así que pasando. Next.

'By the way'. Hummm. Bien podría estar aquí la línea roja. He estado a punto de trazarla aquí. Pero creo que es porque comparativamente con 'Californication' no hay color. Lo sacaron en 2002 y creo que deberían haber esperado más para gozar un poco más los efluvios de la comercialidad bien entendida y aceptada.

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De hecho, luego tardaron más en volver con 'Stadium Arcadium'. Hasta 2006. Y aquí sí que me planto. Se me puede acusar de condescenciente y lo sé. El siglo XXI igual ya no aporta nada a la carrera de Red Hot Chili Peppers, pero estoy escribiendo yo y personalmente este disco doble me lo comí y me lo bebí y me lo follé enterito. Los años locos.

'Dani california' es el single obvio. 'Snow (hey ho)' inexplicablemente la siguen tocando. Me gusta de este disco más la parte final que el principio. 'Especially in Michigan', guau. Podría ser esa. Mas no. O 'Readymade' o 'Make you feel better' o 'Animal bar'. O la canción infantil que en realidad es 'Tell me baby'.

Pero me voy a quedar, hummm... redoble de tambores. Con la canción titular, venga va. 'Stadium Arcadium', la canción titular. Me suena a todo lo bueno que hicieron hasta ahí. A despedida. Me parece una canción con la entidad necesaria para haber cerrado la puerta justo después de tocarla por última vez. Sí.

Y se fue Frusciante oooootra vez. Joder, qué tío. Menos mal que ha vuelto. Porque oye, no es culpa de Josh Kinghoffler, pero qué gusto estar los de siempre. ¿No os pasa eso? Los núcleos que nos montamos en la vida lo significan todo. Y cuando perdemos a un miembro nada puede ser igual, por muy pintón que quede.

No está nada mal 'Monarchy of roses' del álbum 'I'm with you' (2011). No es mala cosa. Red Hot Chili Peppers nunca van a ser una mala cosa. Ni terroristas. Pero yo qué sé. Ya es como que... Joder, que 'Stadium Arcadium' es de 2006. Hace quince años y desde entonces han sacado solo dos discos reguleros.

El último, 'The getaway', de 2016. Nada, que no me mata. ¿Es malo? No. ¿Es realmente bueno comparativamente hablando de lo que estamos hablando? No. Realmente de puta madre no es. Es buenecillo. A ver con qué nos salen ahora, pues se les espera en Mad Cool 2021 (joder ojalá) con nuevo disco o lo que sea nuevo. Y con Frusciante de vuelta. Ya solo por eso hace ilusión.

No es nada nuevo. Es que la puta vida es así. Y Red Hot Chili Peppers, como tantos otros, son reflejo de ello. Al principio todo es locura. Luego cuando te dejan asentarte das lo mejor de ti. Luego te acomodas y vas tirando sin molestar de más, a poder ser aportando algo positivo al personal. En su caso, conciertos rácanos de noventa minutos por un pastizal, pero de los que sales extremadamente contento. Y de eso se trata.

Pero eso ya lo aceptas o lo rechazas tú. También puedes rechazar cada palabra aquí escrita sin ánimo ninguno de provocar. No es eso, no. Es, en todo caso, ganas de conciliar todo lo que sentimos en una canción y disfrutar viéndola volar en todo su potencial. Ojalá los Red Hot hagan que estas líneas caduquen pronto y me cierren la puta boca.

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