La última carga de caballería del Ejército de los Estados Unidos - 16/01/1942

Por Lupulox


Representación artística de la carga de caballería estadounidense.
Camaradas,
El Imperio Japonés ha hecho saltar por los aires el reducto defensivo que las tropas estadounidenses habían establecido en la Península de Batán, dentro de la Isla Filipilina de Luzón, y en el que tenían intención de plantar una enconada resistencia.
El 9 de enero, las fuerzas japonesas a las órdenes del Teniente General Susumu Morioka se lanzaron al asalto del flanco oriental de la Línea Abucay-Mauban, aunque fueron rechazadas por las Divisiones de Infantería Norteamericana 91ª y 57ª.
Avance japonés en Batán entre el 6 de enero y hoy.
Los combates se recrudecieron en los días siguientes, dando lugar a innumerables actor de valor. En el bando norteamericano, cuyas tropas se encuentran en una situación poco menos que desesperada, las rendiciones y las deserciones se han alternado con admirables hazañas. Así, el 12 de enero, el Teniente Alexander R. Nininger, un líder de pelotón de la 57ª División de Infantería, sacrificó su vida cuando, armado tan sólo con un rifle y granadas de mano, se abrió paso hasta una serie de pozos de tirador japoneses durante un combate cuerpo a cuerpo, permitiendo a su unidad retomar Abucay Hacienda; por sus actos se le ha concedido a título póstumo la Medalla de Honor.
Otra acción de valor extremo la llevó a cabo un filipino llamado Narciso Ortilano, que se encontraba manejando una ametralladora pesada refrigerada por agua cuando los japoneses irrumpieron desde un cañaveral lanzando un ataque banzai. Narciso segó a docenas de japoneses con su ametralladora, a continuación sacó su Colt .45 y mató a otros cinco cuando su ametralladora se encasquilló. Entonces, cuando un soldado japonés le atravesó con su bayoneta, trató desesperadamente de agarrar el arma, pero perdió el dedo pulgar en el intento, cortado de cuajo. Narciso insistió a pesar de ello, y entonces, con un repentino estallido de adrenalina, giró el arma contra el soldado enemigo y le atravesó el pecho. Cuando otro soldado japonés le atacó con su bayoneta, le ha apuntado con el rifle y lo ha matado. Narciso ha sido condecorado con la Cruz del servicio distinguido.
Un actor con cierto parecido a Narciso Ortilano posa para la cámara durante la filmación de un documental acerca de la hazaña de Narciso.
El 14 de enero, durante otro ataque contra las posiciones situadas en la juntura entre las Divisiones 41ª y 51ª, los norteamericanos lograron contener el avance japonés, que pudo infiltrarse a través de su flanco izquierdo. No obstante, los japoneses sí que consiguieron avanzar hasta el valle del Río Salian a través de un hueco abierto por la retirada de la 51ª División de Infantería. Pero una patrulla descubrió la infiltración, y elementos de la 21ª División Norteamericano acudieron raudas al valle y rechazaron a los japoneses tras un combate salvaje.
En otro enfrentamiento más al oeste, una fuerza japonesa logró sorprender y aplastar a la 53ª División de Infantería. A continuación, los japoneses penetraron por detrás de la Línea Abucay-Mauban a lo largo del valle del Río Abo-Abo hasta que fueron detenidos por una fuerza combinada de las Divisiones 21ª, 51ª, 31ª y 92ª.
Los japoneses sacan a los soldados norteamericanos de sus escondrijos a base de lanzallamas.
Ayer, 15 de enero, la 1ª División Regular Filipina del General Fidel Segundo, desplegada en el sector de Morong, fue sometida a un fuerte bombardeo. A continuación los japoneses lograron abrirse paso a través de un hueco en el área Sinlangan-Natib y establecieron una posición sobre el risco Mauban, amenazando con cortar la retirada de la 1ª División Regular. Los repetidos ataques de las Divisiones 91ª, 71ª y 92ª no lograron desalojar a las tropas japonesas. Con esta acción, la posición del I Cuerpo del General Wainwright se ha vuelto insostenible, y es cuestión de días que la Línea Abucay-Mauban tenga que ser abandonada.
En el día de hoy, la desesperación ha llevado a los filipino-norteamericanos a llevar a cabo un insólito intento. Los hombres del 26ª Regimiento de Caballería de Exploradores Filipinos al mando de Ed Ramsey, exhaustos y vapuleados, se han subido a sus caballos y se han lanzado a la carga en el pueblo de Morong contra las abrasadoras bocas de cañón de los tanques japoneses armados con sus revólveres Colt .45.
Elementos del 26º Regimiento de Caballería pasan junto a un tanque ligero M3 Stuart.
El ataque a caballo ha logrado sorprender a los japoneses y en primera instancia los ha hecho retroceder pero, tras romper la línea japonesa, Ramsey ha ordenado a sus soldados desmontar y continuar la lucha a pie. Finalmente, las fuerzas estadounidenses y filipinas se han visto obligadas a retirarse del pueblo conquistado tan duramente. Tras esta acción, el 26º Regimiento de Caballería se ha retirado hacia el sur de la Península de Batán.
Esta carga de caballería a punta de pistola, la última carga montada en los anales de la historia militar norteamericana, ha supuesto el punto álgido de la campaña de las tropas de norteamericanas en las Filipinas, magnífica pero condenada al fracaso. Al final, las hambrientas tropas norteamericanas y filipinas se verán obligadas a comerse todos los caballos supervivientes del regimiento.
Es lebe Japan!Freiheit für die Philippinen!