Después de casi cincuenta años de matrimonio, la Condesa Sofía (Helen Mirren), esposa devota, amante apasionada, musa y colaboradora de León Tolstói (Christopher Plummer), descubre de repente que su mundo se tambalea. En nombre de la nueva religión que acaba de crear, el gran novelista ruso renuncia a su título nobiliario, a sus propiedades e incluso a su familia en favor de la pobreza, el vegetarianismo y el celibato.
Sofía se consume con justificada indignación cuando descubre que el leal discípulo de Tolstói, Vladimir Chertkov (Paul Giamatti), a quien ella desprecia, puede haber convencido a su marido para que haga un nuevo testamento. El documento le daría los derechos de sus obras al pueblo ruso en vez de a su propia familia. Utilizando toda su astucia y todas las armas de seducción de su considerable arsenal, Sofía lucha ferozmente por lo que ella cree que le corresponde. Sin embargo, su comportamiento extremo hace que le sea más fácil a Cherkov convencer a Tolstói del daño que le hará a su glorioso legado. El conflicto se vuelve tan intenso que Tolstói, a los 82 años, el personaje más mediático del mundo, abandona su casa en mitad de la noche, mientras su mujer alquila un tren para seguirle por toda Rusia.
La Última Estación es una historia de dos romances, uno en sus inicios y otro cerca de su fin. Es una historia compleja, graciosa, rica y emotiva sobre la dificultad de vivir con el amor y la imposibilidad de vivir sin él.