Género: Horror/ Ciencia Ficción.
País: Estados Unidos.
Duración: 89 minutos.
Dirección:Chris Gorak.
Intérpretes: Emile Hirsch, Olivia Thirlby, Max Minghella, Rachael Taylor, Joel Kinnaman, Veronika Vernadskaya.
"Cinco jóvenes que se encuentran varados en Moscú, luchando por sobrevivir tras un devastador ataque alienígena."
The Darkest Hour no será recordada por su escasa originalidad, por sus personajes, en realidad, poco y nada se va a recordar de ella, pero no se puede negar su interesante premisa más allá de que los visitantes tienen varias similaridades con otros que ya hemos visto (recientemente) en cines, y el hecho de que es entretenida y muy pero muy pasatista.
Lo destacable de la historia es la pequeña vuelta de tuerca que se le da a los alienígenas, que aparecen cubiertos con una coraza que los hace invisibles y tan sólo se los puede detectar cuando encienden cualquier dispositivo lumínico o electrónico al pasar. Tratar de evadir esta amenaza es básicamente el pegamento que conecta todos los segmentos inconexos que quedan en la trama; como si se tratase de un videojuego, en casa escena se repite el mismo esquema de identificar ítem valioso para la supervivencia, escaparse de los aliens, perder a alguien del grupo...
El detalle que más me afectó es ver que el director Chris Gorark eligió seguir la genial Right at Your Door, una película llena de suspenso con una atmósfera muy pesada, con esta película, un proyecto que hace aguas por todas partes y apenas subsiste como algo que uno vería una tarde de lluvia. Los efectos especiales están muy bien orquestados, como esa aurora boreal amarilla que anticipa la llegada desde el espacio exterior, esos tremendos rayos mortales, o el efecto de desintegración de los humanos, muy silimares a los vistos en Guerra de los Mundos de Spielberg. Y si hay veces que no mostrar todo funciona, ésa es una regla que The Darkest Hour no sigue, ya que una vez que se revelan al completo el aspecto de los invasores es tan irrisorio y, digamos, estúpido, que era mejor dejarlos en ese halo de misterio y mortandad que regaban a su paso. Es de buen ver que por una vez, los Estados Unidos no son el escenario principal del ataque, sino que se nos entrega un lugar tan particular como lo es Rusia, en especial Moscú; está genial que por una vez otra población sea diezmada, para variar.
Calificación: C+