La Última Película

Publicado el 09 febrero 2011 por Sarvakarma
Por Frater Ignatius

La última película es una obra nostálgica. Esto en dos sentidos. A nivel autobiográfico, se inspira en la infancia y adolescencia del guionista Larry Mc. Murry. A nivel puramente cinematográfico, es un homenaje que rinde Bogdanovich a un cine que ya nunca más iluminará la retina: el cine clásico de Hollywood. Dos íconos alumbran la lente del director: Howard Hawks y John Ford. Es una construcción bien pensada e impecable de la década de los cincuenta, la cual ocurre en un pequeño pueblo texano. Los jóvenes se divierten y van despertando a la edad adulta, con todo lo que entraña esta situación, tanto lo bueno como lo doloroso. El cine se convierte en una balsa de salvación para estos imberbes que buscan encontrar un sentido a la vida. El personaje de Ben Johnson –casi fetiche de Peckinpah-, es el eje, motor y sentido de la película, desde el punto de vista del realismo así como de la metáfora. Dueño de los únicos paraísos del lugar: el café, el billar y el cine, este actor representa un tiempo ya finito e irreversible: los gloriosos días tanto de la forma de vivir americana como del cine mismo. Recordemos que los setenta es una época de experimentación y de ruptura en el cine. Empero, Bogdanovich retorna a la manera de hacer un film de transparencia. Utiliza el blanco y negro –sugerido por su amigo Orson Wells- como una paleta de matices para acentuar la melancolía. Con una fotografía de calidad suprema y utilizando gran angular, nos señala magistralmente los espacios cerrados y opresivos de un lugar que se desmorona. Y ello va también con la absurda guerra contra Corea, una lid insensata que como telón de fondo rojo, marca la vida de aquellos años truculentos. Tal vez sea esta la mejor película que hace referencia al cine y sus milagros. Para los cinéfilos, para la gente que ama al cine incluso más que a la propia vida, esta Obra Maestra, cargada de melancolía, impregnada de una nostalgia cuyo corazón es el celuloide y pletórica en referencias hacia la crueldad del tiempo -que como Cronos devora a sus hijos en forma atroz-, llega directo al corazón y nos recuerda que todo tiempo pasado fue mejor.
Año: 1971
País: U.S.A.Director: Peter BogdanovichFoto: Robert SurteesGuión: Larry Mc. Murry y Peter BogdanovichIntérpretes: Timothy Bottoms, Jeff Bridges, Cybill Sheper, Ben Johnson.Duración: 120 min.Premios: 2 Óscares, Globo de Oro, Bafta.