Sello: Destino (Áncora y Delfín)
(Gracias a la editorial por el ejemplar)
Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: "Abre la puerta. Es tu última salida". Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.
Menudo pedazo de thriller se ha marcado Federico Axat. De esos que te dejan descolocado según van pasando las páginas y cuando llegas al final te quedas a cuadros. Aunque, a decir verdad, este final es magistral, porque no queda ningún cabo suelto ni lugar a dudas sobre lo que le pasa a su protagonista. ¿Queréis adentraros en La última salida? Parece un laberinto...
Un narrador en tercera persona es quien nos va a contar la trama de esta novela. Omnisciente pero centrado en su mayor parte en el personaje de Ted McKay, nuestro protagonista indiscutible. Un narrador bastante acertado, a mi parecer, ya que nos permite conocer la realidad, o las distintas realidades que se nos presentan en la novela. Tal y como está contado, parece que estamos mirando por distintas ventanas: por la que mira Ted, por la que mira la doctora Laura, y por la que acaba siendo la más esclarecedora; y hasta aquí os puedo contar. El narrador no nos deja ver más allá de lo que quiere el protagonista que veamos, lo que dota de una maestría indiscutible al autor, ya que no logramos adivinar qué pasa hasta que, con ayuda del personaje de Laura, una psiquiatra, vamos desentramando este lío que conforma la novela.
El personaje principal, Ted, está configurado para confundirnos, para que no podamos ver más allá, para que empaticemos con él. Parece tener la verdad absoluta, y realmente no llegamos a dudar de lo que piensa o siente. Los demás personajes, secundarios, aportan su granito especial a la trama. No llegan a eclipsar al protagonista, pero sin ayuda de estos personajes, no podríamos comprender qué está pasando.
Quiero hablaros también de la subtrama del libro. Tenemos la trama principal, lo que ha pasado con Ted y su evolución; pero también hay una subtrama, y es la relación que se va forjando entre Laura y Marcus, dos personajes secundarios. La verdad es que no está mal que haya subtramas en novelas tan absorbentes, pero que fuera precisamente así no sé si me ha gustado o no. Porque no es una relación amorosa al uso, empalagosa, que no pueden vivir el uno sin el otro... es una relación madura, pero aún así no sé si era necesaria para el desarrollo de la novela.
Y por último, el ritmo. Como buen thriller que es, tiene un ritmo muy vivo, la novela te atrapa, caes sin remedio y acabas leyendo el libro en un suspiro (salvo que tengas que hacer parones porque no tienes tiempo, ejem ejem). Pero es increíble el poder de aislamiento que tiene esta novela. Es totalmente absorvente. 100% recomendable si quieres engancharte a un buen thriller
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Hay un par de cosas que no me quedo agusto si no comento, así que los que habéis leído el libro os podéis quedar; los que no, avisados estáis de que en estas líneas HABRÁ SPOILERS.
Me ha dejado muy desconcertada la zarigüeya, porque no me ha quedado exactamente clara su función en la novela. Sé que cuando habla con Mike, éste le dice que la zarigüeya es lo que le mantiene más cerca de la realidad que de la historia que se ha montado en su cabeza, o los "ciclos", que es como llama Laura a estas realidades alternativas que vive Ted y que son las que se nos presentan al inicio de la novela. Pero hay un par de apariciones en las que no queda muy claro si la zarigüeya le ayuda a escapar del ciclo o le sumerge en él. Además, ¿qué significa que Robichaud la vea también? Eso es muy desconcertante...
Y otra cosa que no llego a enteder del todo... Los sueños que tiene Ted al principio (bueno, se nos presentan como sueños pero luego sabemos que no lo son exactamente), en los que ve que a Holly le falta una pierna... ¿Es por la foto? ¿Por qué le falta una pierna?
En fin, que son un par de dudillas que se me han quedado encalladas y no quieren resolverse, y mira que terminé el libro hace días y aún sigo pensando en él (esto es lo que caracteriza a los buenos libros, por otro lado).
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Os dejo también la maravillosa entrevista que hizo Óscar López, en el programa Página Dos, al autor: pincha aquí.