Escribo estas breves líneas consternado, con una mezcla de enfado, de indignación y de tristeza. El parlamento griego acaba de aprobar en una aplastante mayoría (199 sí, 74 no, 5 abstenciones) un plan de ajuste que pretende dar solución a la crisis que azota el país mediante un recorte masivo y abusivo de las prestaciones sociales y del marco laboral. Veo estupefacto al PASOK, partido socialista griego, cogiéndose de la mano de la derecha para dar forma y apoyar con su voto la destrucción del Estado del Bienestar, la subordinación de toda una nación a los interes financieros de la troika (BCE, UE y FMI) y, en definitiva, el sacrificio de la sobernaía popular de una nación vendida a coste de saldo.
La imagen que se está dando por los medios de comunicación españoles es de violencia gratuíta, de destrucción de inmuebles y de enfrentamientos con la policía. Muchas tertulias mañana condenarán la violencia del pueblo griego contra las instituciones, incluso surgirá algún tinte paternalista que crea que son unos pobres ignorantes que sacan una ira desbocada y mal canalizada. Nadie se está planteando realmente por qué el pueblo griego sale a las calles, por qué quema, por qué odia a la mayoría de sus políticos.
La troika, la entente formada por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, es quien ostenta hoy el poder en Grecia a través de su gobierno pelele. Un gobierno que acaba de aprobar con la mano cómplice de los socios griegos del PSOE las siguientes medidas (aparte de otras que se harán públicas en 15 días):
- reducción del salario mínimo entre el 22% y el 32% para los jóvenes recién incorporados al mercado laboral (menores de 25 años)
- derogación de los convenios colectivos e individuales
- recortes en todas las pensiones
- el despido de 15.000 empleados públicos
- un tijeretazo en prestaciones y servicios sociales
¿Quién puede culpar al pueblo griego de pelear con uñas y dientes por defender sus derechos, por defender su dignidad y su soberanía? Con una Grecia acechada por los buítres financieros, por los usureros que no entienden de empatías ni de dignidades, nadie en su sano juicio puede ni siquiera cuestionar la reacción de un pueblo contra los líderes que lejos de representarlos hacen el papel de cómplices de quienes los sepultan.
Solidaricémonos con el pueblo griego, enfadémonos por la injusticia de su situación pero, sobre todo, recapacitemos y pensemos cuál ha sido la deriva que ha llevado a esta situación, no tan diferente a la española. Pensémos quiénes han sido los responsables de la quiebra griega, quiénes han votado contra su pueblo y recapacitemos sobre la posibilidad de que seamos nosotros los próximos en caer bajo las garras de la usura financiera. ¿Estamos dispuestos a dejarnos vender y desmantelar con el colaboracionismo bipartidista? ¿vamos a consentir los recortes preventivos, que nos apliquen la política del miedo para no reaccionar ante el rodillo y el terrorismo financiero? Tenemos instrumentos, que el miedo no nos impida usarlos.
Resultados (provisionales) de las votaciones:
A favor: 200 (PASOK, ND)
En contra: 74 (Synaspismos, KKE, 11 diputados del PASOK y 1 del ND)
Abstenciones: 9 diputados del PASOK, 1 de ND y la extremaderecha de LAOS