Los canes tienen miles de años con nosotros y solo recientemente (muchos de ellos) viven cómodos durmiendo sobre almohadones y camas especialmente hechas para ellos, pero la mayor parte de la historia no fue así. En la antigüedad dormían como y donde podían y de este hecho surge una de las teorías del porque dan tantas vueltas antes de acostarse.
Según la ciencia al girar van acomodando la vegetación o la nieve y de paso verifican que ese lugar este libre de insectos ponzoñosos u otros animales peligrosos como serpientes.
La segunda teoría dice que esta “costumbre” es un remanente de cuando los perros aun eran lobos y giraban para orientarse de espalda al viento para protegerse de este, pero sobretodo para quedar de frente a un posible depredador que guiado por el viento lo pudiera atacar. Esta posición le daría instantes cruciales de reacción para enfrentar este peligro.
Sea una, la otra o ambas teorías ciertas o una tercera, el verlos hacer esto los hace ver más simpáticos y deja de importar cual de ellas sea correcta.