La uniformidad mental del nazionalismo

Publicado el 19 septiembre 2017 por Catalega @Catalega
El nazionalismo ha sabido manejar muy bien sus cartas, algo que ya hemos comentado en muchas ocasiones en estas mismas páginas. Desde hace décadas en Cataluña han llevado a cabo un “lavado de cerebros”, empezando en los colegios, con los más pequeños. Unos pequeños que se han hecho mayores y que, lógicamente, solo miran por el prisma de los separatistas.


Gente que está convencida de eso de “España nos roba”, gente que piensa que España es un obstáculo para su Cataluña, gente que piensa que la historia y la cultura catalana  no tienen nada que ver con la española y gente que, en definitiva, son superiores a esa “puta España”, como dijo el tal Rubianes… Pero además de todo eso, estos nazionalistas están convencidos de que la decisión de celebrar el referéndum es algo totalmente legal y democrático y creen a pies juntillas a los capos de este proceso cuando afirman que prohibiendo la consulta se está atentando contra la democracia y la libertad. Y todo esto lo estamos comprobando con todas las bromas que, por las redes sociales, se están enviando estos días entre los separatistas. Bromas como la que ilustra este artículo y en la que se pretende poner a España al nivel de Corea del Norte, Venezuela o Irán. Pero lo más triste de todo es que esta gente piensa así. Los nazionalistas están convencidos de que el referéndum es algo totalmente democrático y legal  y te lo rebaten. Y te dicen que ellos son soberanos para decidir. Y de lo que no son conscientes es de que con su actitud están haciendo saltar por los aires el Estado de Derecho y la seguridad jurídica, porque siguiendo sus teorías y razonamientos mañana cualquier ayuntamiento, parlamento autonómico o comunidad comarca puede otorgarse esa misma soberanía y decidir que los rubios no pueden vivir en su territorio, o que todos han de llevar uniforme, o prohibir los coches de color rojo, por no mencionar cosas más radicales…

España tiene un problema, Cataluña, pero Cataluña tiene un problema todavía más grande, pues muchos de sus habitantes se han acostumbrado a eso de hacer lo que les venga en gana y a no respetar la Ley. Y este es un precedente muy peligroso…