Os cuento: vuelvo a ser universitaria. Sí, como lo leéis. A la vejez, viruelas.
El caso es que tras varios años de ser y sentirme (de vez en cuando) intrusa, me he decidido a matricularme en los estudios #delomío. Algo ligero, un par de asignaturas, no vayáis a pensar, que ni el tiempo ni el dinero dan para más. Pero así lo puedo poner en el curriculum, que queda divino de la muerte.
Total, que pensaba yo que esto iba a ser más normal. De estudiar y ya. Y no. Me quieren hacer moderna, asertiva, proactiva, esas cosas. A mí. A este erizo. Vamos a ver.
Que sí, que todo sea por amortizar con un aprobado los muchos euros que me está costando la broma, pero es que una de las asignaturas en concreto me parece una gran tontería. Tenemos que hablar, debatir, presentarnos, ser guays, cool, hipster, contar nuestra vida (¿perdona?), animarnos unos a otros... y aquello acaba pareciendo más una sesión de Alcohólicos Anónimos, seamos sinceros.
- Hola, soy Menganito, y uf, hoy no he tenido ánimo para salir a correr (todos son runners, OBVIO) y es que, no sé, no me centro para estudiar (=ver dos vídeos y leer cuatro folios).
Y Fulanito responde: Venga, Menganito, que tú puedes. Todos tenemos días malos. ¡Ánimo!
Seguido de Zunatino que añade: Un abrazo, Menganito, aquí estamos para lo que quieras (¿Einssss?).
Y viene otro que da el argumento definitivo: Es que con esta vida que llevamos, es normal. Pero sé fuerte, ¡podrás superarlo! (WHAT THE HELL!)
Las frases en cursiva son mías, claro. Por si era necesaria la aclaración. Porque yo voy leyendo todo esto con esta cara:
Carrie me comprende
Y las ganas que tengo de cerrar aquello y no volver a aparecer no son ni medio normales. Menos mal que me acuerdo del recibo que me pasan dentro de unos días con parte de la matrícula y asumo que si hay que hacer el gilipollas, pues habrá que hacerlo. Aunque, como el trabajo se desarrolla en entorno virtual -que lo llaman así-, en mi realidad yo esté en modo:
SOIS TODOS UNA PANDA DE IDIOTAS
Con amor y eso. Conste.