La utopía de Cádiz: Benalup-Casas Viejas

Por Juroher


Cádiz tiene una utopía con forma de hotel. No está en sus playas, sino tierra adentro, en el barrio viejo de un pueblecito blanco, próximo al Parque Natural de Los Alcornocales, conocido por Benalup-Casas Viejas.
Hasta hace unos años este municipio fue conocido por los sangrientos sucesos que tuvieron lugar en enero de 1933, cuando un grupo de anarquistas quiso hacer su revolución destituyendo al alcalde y tomando el cuartel de la guardia civil.
El gobierno de la República mandó un destacamento de guardias de asalto que entró a tiros en el pueblo y que dio muerte a decenas de personas indefensas. Aquellos hechos provocaron la caída del gabinete ministerial de Manuel Azaña y uno de los capítulos más dramáticos en vísperas de la guerra civil del 36.
Pero hoy, más de 70 años después, Benalup es conocido por un motivo bien distinto, como si la historia nos hubiera enseñado que no existe mayor antídoto contra la barbarie que la ilustración y la felicidad. De cultura, arte, sofisticación y años felices hablan las estancias del Hotel Utopía, uno de los establecimientos más originales, excéntricos, inesperados y fascinantes de la hostelería española.
No es una exageración. Hay unanimidad: no hay en Andalucía un hotel más singular y embaucador. ¿Dónde si no hallar y disfrutar de tantas obras de arte juntas? Utopía es un trasunto de los felices años treinta, del Berlín de la república de Weimar, del París de los cubistas, de las vanguardias de la Bauhaus, del excitante cabaret, del dorado jazz, de los republicanos ilustrados españoles y de las melodías que del otro lado del Atlántico traía Carlos Gardel en sus gramófonos y discos de pizarra.
Utopía es algo más que un hotel. Es ante todo un museo impulsado por el dueño del establecimiento, el periodista, editor y galerista Miguel Ángel Fernández, un tipo con un parecido asombroso a Luis Buñuel, que ha reunido en los últimos años la mayor colección de arte de los años treinta en España. (El Mundo)