La utopía del nenúfar más pequeño del mundo

Por Sarah_abilleira @PonteEnMiPiel

Los nenúfares son plantas acuáticas con flores en la superfície, nacen en aguas de corriente lenta como arroyos, charcas o lagos. Sus raíces pueden llegar a medir hasta cuatro metros y medio.
Una vez existió una variedad única de nenúfar en el mundo. Podríamos decir que ya no existe puesto que hace un par de años se extinguió por las agresiones que sufrió su hábitat.
De a penas un centímetro de ancho, era la especie más pequeña del mundo.
Fue descubierto en 1985 por un botánico alemán, endémico de la zona de Ruanda, quien lo descubrió y le dio el nombre de "Nenúfar Pigmeo de Ruanda" o "Nymphaea Thermarum".
Si no hubiese sido por un puñado de semillas que fueron llevadas a los Jardines Botánicos Reales Kew de Londres, hoy en día esta especie formaría parte del recuerdo de las especies extinguidas.
Fue difícil devolverle la vida a estas semillas, puesto que no consiguieron que germinaran hasta el año pasado. El horticultor que se encarga de ellas, Carlos Magdalena, descubrió recientemente cómo se desarrolla esta diminuta planta. Su origen está en las fuentes termales, en las que existe un especial equilibrio entre el oxígeno y las concentraciones de dióxido de carbono.
Ahora, Carlos Magdalena, después de su gran labor hacia la naturaleza, planea reintroducir esta especie en su hábitat natural, en las aguas termales de Ruanda.


Aunque ahora yo me planteo...
¿De qué sirve reintroducir a este pequeño nenúfar en su hábitat si fue aniquilido en ese mismo lugar dos años atrás?
Y la respuesta no es más que una simple y compleja utopía
¿Acaso haremos algo para que éste y otros hábitats dejen de sufrir más ataques?
La respuesta está en la extinción